JJOO

Múnich 1972, el día más oscuro en la historia de los Juegos Olímpicos

Los efectivos policiales alemanes entran con vehículos blindados en la Villa Olímpica de Múnich el 5 de septiembre de 1972.
GTRES

Uno de los episodios más oscuros en la historia de los Juegos Olímpicos tuvo lugar en Múnich 1972, cuando el grupo terrorista palestino Septiembre Negro perpetró un ataque contra la delegación israelí. El 5 de septiembre, ocho miembros del grupo armado irrumpieron en la Villa Olímpica y tomaron como rehenes a 11 atletas y entrenadores israelíes.

Los terroristas exigían la liberación de 234 prisioneros palestinos encarcelados en Israel y dos en Alemania, así como un avión para abandonar el país. Las autoridades alemanas intentaron negociar con los secuestradores, pero las conversaciones fracasaron. En un intento por rescatar a los rehenes, la policía alemana organizó una operación en el aeropuerto de Fürstenfeldbruck, donde los terroristas habían solicitado ser trasladados junto con los rehenes.

Sin embargo, la operación resultó en un tiroteo en el que murieron los 11 rehenes israelíes, cinco de los ocho terroristas y un policía alemán. El trágico desenlace conmocionó al mundo entero y puso en evidencia las fallas de seguridad en los Juegos Olímpicos.

Controversial reanudación de los Juegos

A pesar de las peticiones de cancelación por parte de la delegación israelí y otros países, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió suspender la competición solo durante 24 horas en señal de duelo. Esta decisión generó una gran controversia y fue criticada por muchos, quienes consideraron que los Juegos debían haber sido cancelados por completo en respeto a las víctimas.

Avery Brundage, el entonces presidente del COI, defendió la decisión de continuar con los Juegos, argumentando que no se podía ceder ante el terrorismo. Sin embargo, esta postura fue vista por muchos como insensible y falta de empatía hacia las víctimas y sus familias.

Legado y cambios en la seguridad olímpica

La masacre de Múnich marcó un antes y un después en la historia de los Juegos Olímpicos. A partir de ese momento, se implementaron medidas de seguridad más estrictas en las siguientes ediciones de los Juegos, con el objetivo de prevenir futuros ataques terroristas.

Además, el COI estableció una comisión especial para estudiar la seguridad en los Juegos Olímpicos y hacer recomendaciones para mejorarla. Entre las medidas adoptadas se encuentran el aumento de la presencia policial, el control más riguroso de acceso a las instalaciones olímpicas y la colaboración con agencias de inteligencia internacionales.

A pesar de estos esfuerzos, la amenaza del terrorismo ha seguido presente en los Juegos Olímpicos. En Atlanta 1996, una bomba estalló en el Centennial Olympic Park, causando la muerte de dos personas y dejando más de 100 heridos. Más recientemente, en Sochi 2014, se temía que grupos extremistas islamistas pudieran llevar a cabo ataques durante los Juegos.

Homenajes y memoria de las víctimas

En los Juegos Olímpicos posteriores a Múnich 1972, se han realizado diversos homenajes a las víctimas del atentado. En Montreal 1976, se guardó un minuto de silencio durante la ceremonia de apertura. En Londres 2012, se realizó una ceremonia conmemorativa en el marco del 40 aniversario de la tragedia.

Además, en la Villa Olímpica de Múnich se erigió un memorial en honor a las víctimas, conocido como la "Piedra Negra". En Israel, se estableció un día nacional de duelo para recordar a los atletas asesinados.

La masacre de Múnich dejó una herida profunda en la historia de los Juegos Olímpicos y en la memoria colectiva. A casi 50 años de la tragedia, el recuerdo de las víctimas sigue vivo y sirve como un recordatorio de la importancia de la paz, la solidaridad y la seguridad en el deporte y en la sociedad en general.

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