El pasado martes dos jugadores de la selección francesa de rugby fueron detenidos en Argentina por presuntamente participar en la violación grupal a una mujer de 39 años en un hotel de Mendoza en la noche del sábado. Este viernes, ambos han sido imputados por abuso sexual con acceso carnal agravado con la participación de dos o más personas.
Se trata de Hugo Auradou y Oscar Jegou, de 20 y 21 años, que se encontraban concentrados con la selección para su gira por Latinoamérica, y que fueron arrestados después de que la mujer presentara una denuncia el lunes por la tarde y se sometiera a una revisión médica que determinó que sufría lesiones.
Los indicios suficientes propiciaron la apertura de una investigación por abuso sexual agravado y se ordenó la detención de los dos jugadores ante el riesgo de fuga, ya que se trata de ciudadanos extranjeros que tenían previsto salir pronto del país, pues tenían previsto un partido ante Uruguay en el país charrúa este pasado miércoles, señaló al medio la fiscal Daniela Chaler.
Horas después, Natacha Romano, abogada de la víctima, ha desvelado en Radio Mitre el terror que la joven tuvo que pasar con los dos detenidos, de 21 y 20 años, asegurando que "la ahorcaron, la abusaron y la arrastraron por el suelo".
Según la abogada, la mujer entró en la habitación del hotel con Oscar Jegou. Abusó de ella y después entró, sin saberlo ella, Auradou: "A los 40 minutos ingresa en la habitación el segundo rugbier, Auradou. Quien le abre la puerta es Oscar, la víctima no estaba en conocimiento de que iba a entrar. Y de inmediato esta persona comienza a abusarla, lo hacen los dos al mismo tiempo. Ella declara que entró en shock, que el primer atacante intentó ahorcarla y que lo mismo hizo el segundo".
Esas acciones le han provocado numerosas lesiones, siendo la más visible "el puñetazo que tiene marcado en uno de los ojos", aunque también tiene "hematomas en el cuello, en el mentón, en sus pechos, en las piernas, en la espalda".
Natacha Romano también ha pedido que sean investigados por un delito de privación ilegítima de la libertad ya que la víctima intentó huir de la habitación pero Jegou se lo impidió.
Además, el abogado querellante, Mauricio Colello, ha asegurado ante la prensa local que la denunciante está viviendo una situación "desesperante", así como que se encuentra "psicológicamente muy afectada" y que "continúa internada".
"El hecho tal como ha sido narrado por ella es suficiente para darse cuenta de la gravedad del delito", añadió Colello, que describió que los imputados estaban "inmutables" este viernes, que "se los notaba preocupados" y "conscientes de la gravedad de la situación y de la pena que arriesgan" y que "se mostraron calmos, pero en ningún momento mostraron visos de tener arrepentimiento".
La versión de los detenidos
Los jugadores, por su parte, se abstuvieron de declarar este viernes, pero lo harán durante la semana, según anticipó su abogado, Pablo Hnatow, a los medios apostados en el polo judicial de Mendoza, antes de asegurar que los dos "están tranquilos porque saben que son inocentes".
La defensa solicitó la prisión domiciliaria, pero, hasta que sea concedida, los deportistas seguirán presos en el centro transitorio de detención de Mendoza.
El abogado defensor Rafael Cúneo Libarona afirmó este jueves a los medios que el sexo "fue consentido", que sus clientes "negaron rotundamente haberle impedido la salida" de la habitación y "haberla golpeado".
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