Pogacar conquista la etapa reina y deja medio atado el Tour de Francia

Tadej Pogacar celebra su victoria en la decimoquinta etapa del Tour de Francia.
Tadej Pogacar celebra su victoria en la decimoquinta etapa del Tour de Francia.
EFE
Tadej Pogacar celebra su victoria en la decimoquinta etapa del Tour de Francia.

Enfundando en el maillot amarillo, Tadej Pogacar ha conquistado la etapa reina entre Loundenvielle y Plateau de Beille, su tercera victoria en esta ronda gala, para cruzar la meta siendo aún más líder de la general y dejando prácticamente atado el Tour de Francia. Su gran rival, el danés Jonas Vingegaard, intentó atacarle, pero hoy en día nadie puede con el ciclista esloveno.

El triunfo de El Principito llegó tras un espectacular ataque a 5,2 kilómetros del final de la etapa, cuando compartía cabeza de carrera con un Vingegaard que, antes, a 9,3 de meta, había iniciado las hostilidades con un ataque que solo consiguió resistir el líder de la carrera.

De esta manera, Pogacar, que busca encadenar el Tour al Giro de Italia, registró su decimocuarta victoria en el Tour, la séptima en los Pirineos, su macizo predilecto, y aventajó al danés en 1.08 minutos. Su renta en la general es ahora de 3.09.

La etapa comenzó con mucho ritmo en busca de la codiciada fuga del día. Y los primeros tres componentes de la misma serían Lazkano (Movistar Team), David Gaudu (Groupama-FDJ) y Ramain Bardet (Team dsm-firmenich PostNL), que aprovecharon la lucha por los puntos de la montaña en la cima del Col de Peyresourde para coger unos metros de distancia, aunque acabarían siendo cazados.

Tras varios intentos con múltiples saltos desde el gran grupo, la fuga se acabaría formando a 167 kilómetros de meta con 14 componentes, entre los que se encontraban los españoles Enric Mas, Javier Romo y Álex Aranburu (Movistar Team).

Además, de los españoles, la escapada estaba configurada por ciclistas de primer nivel como Simon Yates (UAE Team Emirates), Jai Hindley (Bora-Hansgrohe), Richard Carapaz (EF Education-EasyPost) o Louis Meintjes (Intermaché-Wanty). Una escapada que se asentó con las subidas a los puertos de primera categoría Col de Menté y Col de Portet-d'Aspet y que llegó a contar más de tres minutos y medio de ventaja. Mientras tanto, en el pelotón, el Visma endurecía la carrera avecinando un ataque de Vingegaard en la parte final de la etapa.

En la penúltima ascensión del día, el Col d'Agnes de primera categoría, la escapada se seleccionó con especial protagonismo del español Enric Mas, que estuvo muy activo tanto para atacar como para responder a los acelerones de sus compañeros de fuga. Finalmente, el de Movistar, Carapaz, Hindley y De Plus coronarían en solitario con tres minutos y 20 segundos de ventaja respecto a un grupo de los favoritos que contaba con cada vez menos integrantes.

La ascensión a último puerto de la jornada de categoría especial, arrancó con los fugados aun por delante. Sin embargo, los dos minutos 34 segundos con los que llegaron a pie de puerto fueren cayendo a un ritmo vertiginoso gracias al trabajo realizado por el equipo Visma, sobre todo en la figura de Jorgenson que hizo también ceder a todos los compañeros de Pogacar a excepción de Adam Yates.

A 10,8 kilómetros de meta, el ciclista noruego del Team Visma subió el ritmo para dar paso al esperado ataque de Vingegaard. Un cambio de ritmo que llegó 500 metros después y que tan solo resistió Pogacar, cediendo Evenepoel, Carlos Rodríguez, Mikel Landa y Adan Yates, últimos supervivientes del gran grupo.

El ataque del danés significó también que las mínimas opciones de victoria de los escapados se vieran dilapidadas y, a 9,3 de meta el dúo Vingegaard-Pogacar se establecía como cabeza de carrera. La estrategia del danés estaba clara, imponer un ritmo durísimo que descolgara al esloveno. Así estuvo durante casi cuatro kilómetros, pero su esfuerzo no tuvo recompensa.

Y a poco más de cinco kilómetros de meta lo que llegó fue el golpe casi definitivo para la carrera en forma de ataque del líder. Esta vez la arrancada no fue tan poderosa como la de la jornada de sábado, pero sí lo suficiente para dejar clavado a Vingegaard que, por segundo día consecutivo, veía como Pogacar se le marchaba.

Así, con la etapa prácticamente en su mano, el esloveno empeñó su esfuerzo en intentar distanciar al máximo tiempo posible a sus rivales, y prácticamente finiquitar la general de la carrera. Una renta que sobre la cima de Plateau de Beille se disparó hasta el minuto y ocho segundos con respecto al danés, y los dos minutos y 51 segundos sobre el tercer clasificado de la carrera, Renco Evenepoel.

Aun más rezagados llegarían Mikel Landa, cuarto en la etapa y mejor español del día, que cruzaría la meta tres minutos y 54 segundos más tarde que el ganador. Por su parte, el otro español que se encuentra dentro del 'Top-10' de la general, Carlos Rodríguez, llegaría 49 segundos más tarde que su compatriota.

Este lunes, el Tour vivirá su segunda y última jornada de descanso antes de afrontar la última semana de competición en la que aún restan tres finales en alto y la contrarreloj final que se disputará en Niza.

20minutos

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