El piloto mexicano 'Checo' Pérez (Red Bull) se metió en un buen lío este sábado en el GP de Hungría. Llegaba muy cuestionado por sus resultados recientes y necesitaba buenas carreras antes del parón de verano de la Fórmula 1 para volver a ganarse la confianza del equipo, algo que no logró tras estrellarse contra el muro en la Q1 y perder todas sus opciones este fin de semana.
El segundo piloto de Red Bull impactó duramente contra el muro en la curva ocho del circuito de Hungaroring en la clasificación del GP de Hungría y provocó una bandera roja en la primera ronda (Q1) a falta de 6 minutos y 45 segundos para el final.
Pérez, que salió del monoplaza por su propio pie, iba noveno cuando perdió la parte trasera del monoplaza al tocar el piano de la curva, pues el trazado del circuito húngaro estaba húmedo al estar chispeando en la primera ronda de clasificación de este sábado.
Detenida la 'quali' a falta de casi siete minutos para el final, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) lideraba la ronda, nada que ver con lo que ocurrió tras la reanudación, cuando la estrategia tras la lluvia acabó con Russell y el propio Checo fuera a las primeras de cambio.
Checo, contra las cuerdas
El mexicano ya llegaba cuestionado a este circuito debido a sus malas actuaciones con el Red Bull. La distancia con su compañero es abismal y la escudería austriaca no se conforma solo con los puntos de Verstappen, por lo que esta salida de pista podría costarle el asiento incluso esta misma temporada.
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