McLaren le volvió a ganar la partida este fin de semana a Verstappen en un GP de Hungría para olvidar de Red Bull. Piastri ganó su primera carrera, Norris, segundo, recortó distancias con el líder y el vigente campeón munbdial acabó muy cabreado —y quinto— en un domingo poco rentable para los españoles: Sainz fue sexto y Alonso undécimo.
Una tensa salida avisó de la dramática carrera que se avecinaba en las 70 vueltas al Hungaroring. Sainz perdió toda la ventaja ganada en la 'qualy' y Verstappen consiguió meterse entre los dos McLaren para dejar a su gran rival por el Mundial, Lando Norris, en la tercera plaza.
Pero la salida no fue limpia del neerlandés, obligado después a devolver la posición al británico. Lo hizo de mala gana, pronto empezó el cabreo de un piloto especialmente duro en cada intercambio radiofónico con su equipo. El Red Bull, a pesar de las mejoras, no corre como antes.
Las paradas llegaron pronto, demasiado para un Fernando Alonso indignado con la estrategia de equipo. "No quiero saber nada, hemos perdido la carrera con todo el mundo", dijo apenas en la vuelta 15 cuando su equipo le transmitía órdenes. Tenía razón, hasta ahí llegaron las posibilidades de un Fernando que soñaba con mantenerse cerca de la séptima posición de salida conquistada el sábado.
El primer paso por boxes confirmó el buen hacer de McLaren, capaz de monopolizar las dos primeras plazas para dejar toda la emoción por detrás. La batalla más esperada llegó entre Hamilton y Verstappen, con dos errores clamorosos en la vuelta 37, un poco antes de el fallo en la estrategia de Red Bull que le costó al neerlandés un doble 'undercut' de Hamilton y Leclerc.
También hubo un fallo de estrategia en McLaren en un día en el que lo único capaz de frenar su gran ritmo era un error humano. En un intento por defenderse de Hamilton erraron en la elección de las paradas y ello permitió a Norris arrebatarle la primera posición a Piastri. El lío de equipo estaba montado mientras, por detrás, Verstappen vivía un auténtico drama.
El tres veces campeón tenía que volver a adelantar a Leclerc y Hamilton para reducir toda distancia posible con Norris. Pudo con el monegasco, pero no con el que fuera su gran rival antes de instalar su tiranía en 'el Gran Circo'. Lewis trató de defenderse con todo, aunque no fue capaz de evitar la pasada de un Verstappen demasiado agresivo en la frenada que pagaría caro su error. Lewis no pudo hacer nada por esquivarle y le dio con la rueda, lo mandó fuera con un vuelo rasante y lo devolvió con ese toque involuntario a la quinta posición.
El neerlandés no recuperaría de nuevo las posiciones e incluso sufrió para evitar un adelantamiento de Sainz. Tenía las ruedas muy desgastadas del esfuerzo previo, algo que su equipo le recriminó y ante lo que él devolvió un mensaje de pura ira. "Intento salvar algo con la mierda de estrategia que me habéis dado", dijo sin pelos en la lengua cuando su equipo le advertía de lo que pasaría después con sus neumáticos.
En esa batalla no pasó desapercibido el drama de la primera línea, donde Norris tiraba por una victoria que tenía dueño antes del error de su equipo, su compañero Oscar Piastri. El acoso de los directores de equipo fue total sobre Norris para que le cediera el puesto, algo que hizo a falta de tres vueltas, y a regañadientes, aun sabiendo que él es el mejor colocado en la clasificación general para disputarle el Mundial a Max Verstappen.
McLaren confía en el trabajo de equipo y Norris ha cedido en la primera gran prueba de fidelidad... veremos si el gesto que sirvió para darle la primera victoria de su vida a Piastri no le cuesta un Mundial a final de temporada.
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