La selección española de balonmano ha perdido su partido de este viernes ante Alemania (33-31) y se complican mucho su situación olímpica. Ahora, los jugadores de Jordi Ribera se jugarán su pase a siguiente ronda en el duelo del próximo domingo ante Croacia.
Al igual que ante Japón, el duelo volvió a ser un frenesí de constantes ataques y muy poca defensa. España sigue sin ajustar su zaga y por esa vía de agua entraron los alemanes una y otra vez. Pese a ello, el buen hacer de Aleix Gómez, autor de diez goles, mantuvo a los españoles en el partido.
En la segunda parte, la figura clave fue Späth, el meta alemán, que con sus paradas frenó a España y supo contagiar a sus compañeros hacia una victoria que deja a España en un brete y con el billete de cuartos pendiente de un duelo a vida o muerte ante los croatas.
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