La imagen que ha dejado Carolina Marín después de lesionarse cuando estaba a punto de meterse en la final de bádminton ha dejado a todo el mundo compungido, incluso a su rival, He Bing Jiao.
La china rompía a llorar en la zona mixta tras el encuentro y confesaba las bonitas palabras que le había dejado la onubense a pesar de haberse roto: "Realmente no quiero que suceda este tipo de cosas. Carolina, incluso, me animó después, diciéndome que jugara bien en la final", dijo.
Un gesto que, sin duda, llegó a su rival y por el que la misma hablaba entre lágrimas contándolo. Carolina Marín se ha tenido que retirar tras ir ganando 21-14 el primer set y cuando se imponía a la asiática por 10-6 en el segundo, la onubense, cuarta del ranking mundial, se fue al suelo llevándose la mano a la rodilla.
Tras ello, fue atendida y se enfundó una rodillera para seguir el partido, pero después de perder dos puntos ante Jiao no pudo continuar.
Entre lágrimas, la tricampeona del mundo y heptacampeona de Europa abandonó la pista principal del pabellón Porte de la Chapelle con una gran ovación.
Ahora, Jiao buscará el título olímpico ante la surcoreana An Se Young, que en la otra semifinal doblegó a la indonesia Gregoria Mariska Tunjung (11-21, 21-13, 21-16).
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