¡Vuelo directo a la final de París 2024 para España! La selección española olímpica se impuso a Marruecos (1-2) en un choque en el que tuvo que remontar tras conceder un penalti, y ya espera rival en el duelo por el oro olímpico del próximo viernes 9 de agosto.
Las 'semis' fueron desde el principio un partido de ida y vuelta en toda regla, con España proponiendo desde la posesión y Marruecos respondiendo desde las transiciones y el contraataque. En esa faceta había sufrido mucho la selección ante Japón, pero frente a los Leones del Atlas fue otra historia, porque los de Santi Denia supieron frenar las bandas africanas para alejar el peligro.
De hecho, hasta que el colegiado sueco —que tuvo que sustituir al árbitro titular por una lesión— señaló un fatídico penalti contra España que decantó la balanza, la ocasión más clara de Marruecos había sido un disparo de Ben Sighes que se estrelló en la defensa española.
Sí había tenido más oportunidades la Roja para adelantarse: un disparo de Fermín desde fuera del área que buscaba la cepa del palo, y que el meta marroquí mando a córner, y un peligroso centro de Pubill que se paseó frente a la portería, fueron las ocasiones más claras. Pero, al final, se adelantó Marruecos.
Pablo Barrios golpeó a Richardson en el interior del área al intentar despejar un balón que venía por alto, el VAR llamó al árbitro y este, al ver las imágenes en la pantalla, no tuvo dudas: penalti. Agarró el balón Achraf, que se encaró con Arnau Tenas en un intercambio de palabras que buscaba desconcentrar al portero español, y le entregó el balón a Rahimi para que disparase. El '9' engañó al cancerbero del PSG y adelantó a los suyos, aprovechando para celebrar en la cara de Tenas.
Fue un golpe duro para la selección, que tardó unos minutos en reponerse pero después fue imparable en un añadido de 12 minutos: un disparo de Aimar Oroz desde la frontal y un zapatazo de Álex Baena que se estrelló en el palo, con la portería vacía tras una mala salida del guardameta marroquí, fueron las ocasiones más claras de España. No tuvieron premio los de Santi Denia, que se fueron al descanso por detrás en el marcador.
Muy poco tardó la Roja en volver a mostrarse muy agresiva en ataque al volver de vestuarios: en el 53, un Barrios con ganas de reivindicarse soltó un zapatazo potentísimo desde fuera del área que obligó a El Kajoui a estirarse para evitar el empate. El aviso del colchonero, eso sí, no asustó a Marruecos, que justo después rozó el segundo con otro latigazo de Ilias Akhomach que se fue alto.
Siguió apretando la selección y el premio llegó en el 66: Fermín López, más listo que nadie, recuperó un balón suelto en el área marroquí y puso el balón en la red antes de darle tiempo a la zaga africana de darse cuenta de que había pasado por ahí un ciclón procedente de El Campillo. Cuando terminó de celebrar, vio la amarilla por patear el banderín en medio de la euforia por devolver a España el sueño de la final.
El gol del onubense terminó de romper un partido que, a esas alturas, podía haber caído de cualquier lado. Pero España defendió mejor, para evitar que fuesen los Leones del Atlas los que se pusieran por delante, y también atacó mejor, haciendo el segundo a cinco minutos de que se acabase el partido.
Fue obra de Juanlu, aunque Fermín volvió a tener mucho que ver. El culé ascendió al costado para recibir el balón de Sergio Gómez, que lo aguantó en línea de fondo, y la puso para la llegada del sevillano. Hizo la diagonal hacia dentro el jugador del Valencia, completamente solo, y remató al palo largo para llevar a España a la final y asegurar una medalla: la Roja será plata u oro en París 2024.
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