Deportes

La rampa de Aia, un espectáculo garantizado

"Es una auténtica pared, es durísimo. Va a ser un bonito espectáculo para el aficionado, aunque nosotros vamos a sufrir muchísimo". Así hablaba Alberto Contador sobre el repecho de Aia que se ha ganado un peso propio en esta edición de la Vuelta al País Vasco por sus pendientes del 25%, si bien en algunos ciclocomputadores se han dado hasta apariciones puntuales del 28%. En cualquier caso más que el Angliru, aunque más corto. Los desarrollos se acercarán a los de una bicicleta de montaña.

La subida, de un kilómetro y medio aproximadamente, se encuentra en el tramo final de la quinta etapa, la penúltima, que tendrá final en Orio, a 14 kilómetros de la meta. Su dureza le ha convertido en el esperado referente de la presente edición, un atajo en la montaña asfaltado para la ocasión que puede decidir la carrera, aun a pesar de la crono del día siguiente. La organización lo puntuará de segunda categoría para el gran premio de la montaña.

"¡Tela marinera el Montelupone vasco que nos toca subir!", señalaba Joaquín Rodríguez, bromeando con el final que venció en la pasada Tirreno-Adriático. Todos los equipos visitaron la ascensión antes del inicio de la carrera vasca por aquello del "más vale prevenir...". Y también algún que otro practicante, como demuestra el mejor testimonio posible de la subida: un vídeo de varios miembros de la Hondarribiko Txirrindulari Elkartea afrontando esta pendiente y colgado en Youtube. Subir por el placer de superar un reto por afición. Cicloturismo puro y duro.

En la grabación hay un detalle incorrecto, nos comentan desde la HTE. En la presentación se habla de la subida a Txanka, que es otro repecho de la zona pero no el que aparece en el vídeo, una ascensión que es más conocida por Arizmendi, por uno de los caseríos de las proximidades. Aunque no sea excesivamente largo, ha nacido un mito para el ciclismo.

loading...