En la que puede ser una de las grandes operaciones de este verano, el centrocampista Ander Herrera extinguió de manera unilateral el contrato que le vinculaba al Athletic Club de Bilbao depositando en la tarde de este jueves el importe de su cláusula de rescisión, 36 millones de euros, en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para poder fichar por el Manchester United. Una operación confirmada por el propio Athletic y a la que, en una secuencia lógica y protocolaria, le siguió la confirmación desde la Premier League: el United confirmó el fichaje de Herrera por cuatro temporadas.

La LFP le certificó al Athletic que Herrera ha cumplido los requisitos exigidos en la normativa aplicable para la válida resolución unilateral del contrato de trabajo que le unía. La entidad vizcaína, horas antes, anunció su rechazo a negociar una operación y remitió al United a la cláusula. "El Athletic Club desea comunicar que ha rechazado durante esta semana una oferta del Manchester United FC, cifrada en 36 millones de euros, para traspasar los derechos federativos y económicos del jugador Ander Herrera", anunció el club en una escueta nota.

La intención del club de San Mamés, como ya vivió el pasado curso con la salida de Javi Martínez y como ya ocurrió también con Osasuna en el caso del internacional navarro, era la de no verse obligado a pagar al Real Zaragoza, club de procedencia de Herrera, el 4% del montante de la operación, unos 1,4 millones de euros, que sí debería pagar al club maño en caso de realizar un traspaso. La cláusula de Herrera habría pasado a los 40 millones de euros desde el 1 de julio, según una de las cláusulas de su contrato; una circunstancia que animó al United a acelerar la operación.

Se da la circuntancia de que Herrera, quien llegó al Athletic  hace tres temporadas de la mano del expresidente Fernando García Macua (se pagaron 8,5 millones de euros), vivió un extraño episodio el pasado mercado de fichajes estival cuando se le vinculó al United a través de unos representantes que posteriormente se conoció que nada tenían que ver con el club de Manchester o la Premier League. "No negocié ni firme nada con el United", manifestó Herrera en septiembre. Lo cierto es que en Old Trafford, donde se le vigilaba de cerca, se terminaron de engatusar tras la ida de la eliminatoria de la Europa League celebrada en marzo de 2012.

"El Athletic debe aspirar a jugadores cuya primera opción sea defender la camiseta del club. En tal sentido, la decisión de Ander Herrera no está alineada con esa idea, por lo que supone una decepción para el club”, lamentó el presidente Josu Urrutia. “No es un momento agradable, pero no altera en nada nuestra filosofía ni nuestra manera de concebir la línea en la que debe trabajar el club. Tenemos una plantilla jugadores con un gran potencial competitivo, y seguiremos adelante con la misma determinación".