La apuesta secreta de un millón de dólares del Dream Team de baloncesto en Sidney 2000

  • La leyenda de la NBA Kevin Garnett desvela el acuerdo de los jugadores del equipo americano.
El exjugador de baloncesto chino Yao Ming jugó en los Rockets y ahora es el presidente de la Asociación de Baloncesto de China.
El exjugador de baloncesto chino Yao Ming jugó en los Rockets y ahora es el presidente de la Asociación de Baloncesto de China.
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El exjugador de baloncesto chino Yao Ming jugó en los Rockets y ahora es el presidente de la Asociación de Baloncesto de China.

La selección estadounidense de baloncesto es el rival a batir en cada competición internacional en la que participa. Pocos países han podido con el histórico dominio del ‘Dream Team’, siempre repleto de estrellas de la NBA.

Un dato que refleja su superioridad es que los únicos Juegos Olímpicos en los que Estados Unidos no se colgó el oro fueron los de Múnich 1972, los de Seúl 1988 y los de Atenas 2004.

No obstante, los americanos no solo se marcaban el objetivo de ganar cada competición, como desveló la leyenda de la NBA Kevin Garnett.  Y es que el ala-pívot reveló la existencia de una apuesta secreta entre los jugadores del combinado que conquistó el oro en Sídney 2000 y que estaba relacionada con el entonces jugador de Shanghai, Yao Ming.

Garnett reconoció en Yahoo! Sports que el vestuario al completo, en el que se encontraban estrellas de la talla de Ray Allen, Vince Carter, Alonzo Mourning o el propio Garnett, acordó una prima de un millón de dólares a quien machacase por encima de Ming.

El exjugador aseguró que “la gente no lo sabía pero teníamos una prima por Yao Ming. Todos en el equipo apostamos. Acumulamos una cantidad de un millón de dólares y el ganador sería el primero que consiguiese hacer un mate frente a él”.

Sin embargo, nadie pudo con el gigante de 2,29 metros de altura. Losjugadores del ‘Dream Team’ solo tuvieron una oportunidad de llevarse el ‘bote’, ya que únicamente se midieron a China en el partido inaugural. En aquel duelo “todos tratamos de hundirla frente a Yao, pero él taponaba o nosotros fallábamos”, recuerda Garnett.

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