Ruth Beitia y Orlando Ortega, gen ganador para los Mundiales de Atletismo de Londres

La atleta española Ruth Beitia guiña el ojo con su medalla de oro en salto de longitud.
La atleta española Ruth Beitia guiña el ojo con su medalla de oro en salto de longitud.
EFE
La atleta española Ruth Beitia guiña el ojo con su medalla de oro en salto de longitud.

El atletismo español parece ver la luz después de unos años complicados. Los Juegos Olímpicos de Río sirvieron, en parte, para confirmar una buena dinámica que espera confirmarse en los Mundiales que comienzan este viernes.

Un total de 59 atletas viajan a la capital británica. Es la tercera mayor representación en un Mundial: solo dos veces España ha enviado más atletas, después de los 74 que participaron en Sevilla 1999 y los 59 que estuvieron en Tokio 1991.

Un grupo joven, incluso inexperto, pero con un buen rendimiento en cuanto a marcas, sirve para ser medianamente optimistas. Más si cabe si contamos con los dos principales valores del equipo: Ruth Beitia y Orlando Ortega.

A ellos habría que sumar a Adel Meechal. El español de ascendencia marroquí llega a Londres tras unos meses duros, en los que ha sido exculpado de dopaje, después de negarse a un control el año pasado. Su fortaleza mental y capacidad de recuperación se pondrán a prueba en los 1.500.

Y no hay que descartar al hombre que busca repetir: Miguel Ángel López se colgó el oro hace dos años en Pekín y quiere revalidar el título.

Cuatro candidaturas claras de medalla, cuatro opciones reales de que España deje un buen sello a su paso por la capital británica, y además, en disciplinas muy diferentes.

Todos temen a Beitia

El año de Ruth Beitia ha estado marcado por las lesiones. En una muestra de criterio, la primera mujer española que ganó una medalla de oro en unos JJ OO decidió parar. Se recuperó, y el 14 de julio demostró que vuelve justo a tiempo para dar espectáculo en Londres. En el mitin de Madrid, la cántabra dejó su salto en 1.94, solo por detrás de la vencedora de la prueba, Inika McPherson.

Ese fue el preludio de un nuevo campeoanto de España para sus vitrinas. En Barcelona, Beitia confirmó su buen estado de forma. Le sirivió un 1.86 para colgarse la medalla de oro, pero más que la marca lo relevante fueron las sensaciones.

La campeona olímpica ha demostrado que si las lesiones le dejan, pocas rivales pueden hacerle sombra. Por eso, y porque quizás esta sea una de las última oportundiades en su dilatada carrera, la española, de 38 años, quiere dejarlo en lo más alto.

Nadie espera un nivel superior al mostrado el verano pasado en Río, pero hay muy pocas dudas sobre el gen competitivo de Beitia: viaja a Londres para ser campeona del mundo y así cerrar el círculo. Si se tuviera que hacer un ranking, la cántabra sería la opción de medalla más segura de la delegación nacional.

No hay obstáculos para Orlando

La carrera de Ortega, en cambio, ha tenido más idas y venidas. A sus 26 años el cubano nacionalizado se enfrenta a su primera gran oportunidad de ser campeón del mundo en los 110 vallas. Desde que en 2013 decisiese competir con España, Orlando se ha convertido en un activo más que relevante en el atletismo de nuestro país, y Londres debe confirmarle. Su principal rival es el jamaicano Omar McLeod, que ya le privó del oro el verano pasado en territorio brasileño.

La medalla de plata conseguida en Río de Janeiro rompió una lanza a su favor: había encontrado el punto de forma necesario para triunfar. De hecho, esta temporada ha ido de menos a más.

Los campeonatos de España, celebrados hace solo unas semanas, sirvieron para medir el punto de forma de Ortega. Volvió a mostrarse sobrio, ganando con una marca de 13.52, dejando atrás los problemas físicos que había arrastrado los últimos meses.

Meechal, a superarse

La situación en la que llega Adel Meechal a estos campeonatos del mundo es quizás la más compleja de todas, no solo en el equipo español, sino incluso a nivel general. Absuelto hace poco de acusaciones de dopaje por negarse a pasar un control, el fondista tendrá que superar la barrera física, que ya en distancias largas es importante, pero sobre todo la mental.

Dejar atrás todo lo extradeportivo será un plus para Meechal, que aunque con opciones de medalla, necesita ser certero: los 1.500 piden cabeza fría.

No le pesó para nada el cartel de favorito en Barcelona. Doble campeón nacional, en 5.000 y precisamente en 1.500, y unas sensaciones casi inmejorables.

Los campeonatos de España son su territorio, pero ahora necesita trasladar ese carácter a nivel internacional. Londres será testigo de cómo Meechal puede sobrepoenrse al peso de la exigencia y para más inri, al de un año complicado para él, que quiere terminar de la mejor manera.

Miguel Ángel López, claro candidato

Y por último, quizás el candidato silencioso: alguien que ya sabe lo que es saborear la gloria en un Mundial. Es Miguel Ángel López. España tiene en la marcha a otra baza potente para colgarse un metal en Reino Unido. ¿El hándicap de López? Revalidar el oro conseguido hace dos años en Pekín.

El vigente campeón se ha preparado a conciencia, sabiendo que es uno de los grandes favoritos y reconociendo que muchas de las esperanzas de España para el medallero están puestas en él. España ha conseguido a lo largo de la historia de los mundiales 18 -tres de ellas de oro- de sus 38 medallas en la especialidad de marcha. Una cifra muy a tener en cuenta y que permite ser optimistas.

López no tuvo su día en los Juegos de Río, donde acabó undécimo. Pero los Mundiales son otra cosa: del oro de China, quién sabe, si pasaremos a ver el de Londres en el cuello del murciano.

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