Fuerte bronca de Sergio Ramos al descanso del Pizjuán

El desastroso partido del Real Madrid ante el Sevilla tuvo su reflejo en el vestuario. No es que Sergio Ramos llevara la voz cantante, sino que fue la única voz de la plantilla que se escuchó en la caseta del Pizjuán durante el descanso, al que los blancos llegaron ya con 3-0 en contra.

Julen Lopetegui buscaba soluciones. Mariano y Lucas Vázquez aprovechaban el intermedio para calentar, pero Albert Celades, uno de los asistentes del entrenador, salió a llamarles. Tenían que entrar al vestuario porque estaba hablando el capitán.

Allí dentro, Ramos decía estar avergonzado de los primeros 45 minutos. Esa fue una de las palabras más repetidas: “Vergüenza”. El defensa empleó un tono duro, no escatimó palabras gruesas y se agarró varias veces del escudo para recordar a todos, incluido él mismo, que jugaban en el Real Madrid y lo visto en el primer tiempo de Nervión no podía volver a suceder.

Mientras el capitán alzó la voz, nadie se atrevió a hablar, ni mucho menos a disentir. Su discurso no obró ningún milagro, pero en la segunda parte el equipo salió más concentrado e incluso marcó un gol que le habría permitido soñar con un empate, aunque fue anulado a instancias del VAR por fuera de juego de Modric. El partido se había perdido ya en los primeros 45 minutos.