El 'Instituto Ayrton Senna' ha anunciado la donación de un busto de bronce del legendario piloto brasileño al Museo del Vaticano. El Papa Francisco será el encargado de recibir la obra, cuya autora es Paula Senna Lalli, sobrina del piloto, y es un regalo personal al pontífice, que lo dejará en las galerías del Vaticano para que formen parte de su magnífico acervo artístico.

Senna era un piloto que llevaba muy a gala su condición de creyente católico. Hasta tal punto iba su fe, que incluso había veces que aseguraba "ver a Dios" o hablar con él cuando estaba en el cockpit de un Fórmula 1.

La escultura, titulada 'Mi Ayrton', ha sido creada en el ámbito de los 25 años de la muerte del tricampeón del mundo en el circuito de Imola, donde el 1 de mayo perdió la vida al estrellarse en la curva del Tamburello. Paula Senna comenzó a fabricar la obra en 2016, cuando su abuela y madre del piloto, Neyde, hizo el encargo a su nieta.

Para la hija de Vivianne, hermana del piloto, esta obra es una manera no sólo de homenajear a su tío, que murió cuando ella era muy pequeña, sino también de ayudar a que su recuerdo se mantenga vivo en la posteridad. Para su creación, que le pilló en pleno embarazo, se sirvió no sólo de sus propios recuerdos o de fotografías públicas, sino también con la ayuda de su familia, que le ha ido matizando algunas formas del rostro del piloto.

"Recibí con mucho orgullo la misión que me dio mi abuela. Acepté el desafío, reconociendo la dificultad de la tarea: poquísimas obras de este tipo han sido aprobadas por nuestros familiares, especial por mi abuela, por lo que había un alto grado de exigencia", afirma la artista.