Carolina Marín gana la medalla de oro olímpica en bádminton
- La onubense derrotó en la final a la india Shindu Pusarla en tres sets (19-21, 21-12 y 21-15).
- PERFIL: Carolina Marín, la reina del volante y campeona de todo.
- Se convierte en la primera jugadora no asiática en ganar el oro olímpico en bádminton y da a España la undécima medalla.
- ¿Qué deportistas españoles participan en Río? Aquí los tienes a todos.
- Toda la información sobre Río 2016 | Calendario | Sedes | Vídeos
Carolina Marín llegó a los Juegos Olímpicos de Río convencida de que el oro olímpico de bádminton era suyo: porque es la mejor del mundo y porque nadie se había preparado como ella, entrenando jugadas, visualizando partidos y ensayando gritos frente al espejo para intimidar a sus rivales. "Vengo a por el oro, no me conformo con otra cosa", fue su tarjeta de presentación en Brasil. No era arrogancia, solo confianza.
Y la onubense ha respondido a las expectativas, que la situaban como mayor opción española al podio, conquistando la medalla de oro olímpica tras derrotar a la india Shindu Pusarla en tres sufridos sets, y sumando así la undécima medalla española. Carolina ya es campeona de todo.
La final fue pura tensión entre dos rivales que se conocían bien y que convirtieron el pabellón en un hervidero: gritos por un lado y otro, compitiendo en decibelios indios y españoles. En la grada ganaron ellos; en la pista, Carolina. El primer parcial, empero, fue para Pusarla, que supo mantenerse conectada pese a las sucesivas ventajas de Carolina y terminó remontando en los últimos puntos, instante en el que su juego de red superó al de la española.
Perder y reaccionar fue todo uno. No hubo historia en la segunda manga, del lado español por un contundente 21-12. Llegaba la hora del desenlace y el último set subió un peldaño más, bádminton de primera jugado con toda la pasión del mundo. Ninguna estaba dispuesta a rendirse y los puntos, con sus respectivos gritos, iban cayendo de un lado y otro, eternos. Pusarla sumó 15... Carolina, 21!!
El set, por tanto, fue para Carolina; el partido, también; la medalla de oro, por supuesto. Y ahora, a disfrutarlo, y a cuidarse la garganta.