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Cesc Fábregas vuelve al Barça: ¿fichaje necesario o un error?

Cesc Fábregas saluda a la grada del Camp Nou.
REUTERS

Cesc Fábregas tiene dos clubes de fútbol en su corazón. El Barça es la entidad que le vio nacer deportivamente y definió sus primeros colores, esos que se aman desde pequeño y son difíciles de olvidar ya de adulto. El Arsenal es el club que le dio la oportunidad de triunfar a una edad imposible, confiándole el brazalete de capitán de un equipo grande cuando apenas tenía 21 años. Entre ambos, pesa más el primer escudo. Por eso, el 'hijo pródigo' ha querido regresar. Y tanto tiempo le ha costado que espera no volver a tener que irse nunca.

El fichaje de Cesc por el Barça no es una noticia de este verano, sino de los tres últimos. La única diferencia es que en este 2011 por fin se ha concretado. Acaba así uno de esos 'culebrones', gusta mucho esta palabra para fichajes deportivos, con el que tantas líneas se han escrito y que tantos minutos radiofónicos y televisivos ha ocupado.

Cesc no es un jugador cualquiera, y el Barça y otros tantos clubes que han querido ficharle (dijo "no" al Real Madrid de Ramón Calderón y de Florentino Pérez) lo saben. Por eso Arsene Wenger, su padre deportivo, se ha resistido tanto a dejarle escapar durante estos años. El hasta ahora '4' del Arsenal es un líder en el terreno de juego, capaz de dirigir un partido a su ritmo sin despeinarse. Tiene buen toque y sabe distribuir el balón en ataque como muy pocos lo hacen. Si a eso le añadimos que tiene gol, mucho gol, hablamos de un centrocampista de los que merecen la pena tener en un equipo.

Decíamos que a Cesc le ha costado prácticamente tres años volver al Barça. El Arsenal no estaba dispuesto a vender a su capitán a cualquier precio y Wenger se ha convertido en el 'malo de una película' que no quería haber protagonizado. Le prometió a Cesc títulos 'fantasmas' mientras el Barça se ha 'aburrido' ganando copas de Europa y Ligas, algo que ha pesado aún más en Fábregas para querer volver. Su frustración ya era desesperante, como demostraba en sus contínuas declaraciones públicas de amor al Barça sin que se concretase el fichaje, algo que le pesó en su juego y en sus relaciones con la afición de la capital británica.

Dudas

Pero igual que todo el mundo reconoce que Cesc es un jugador excepcional, también hay dudas sobre cómo será su rendimiento en el Barça. Para empezar, la gran expectativa mediática que ha generado su fichaje y su coste (40 millones de euros) puede ir en su contra en el momento en el que se puedan acumular malos partidos.

También está por ver su cambio de rol ahora que llega al Barça. Cesc pasa de ser el primero de la clase en el Arsenal a tener una dura competencia en el centro del campo culé mientras estén por ahí Xavi (muchos creen que Cesc será su sucesor), Iniesta, Busquets y compañía. Hasta hay quien considera que la irrupción de Thiago hacía innecesaria la llegada de Cesc.

Estos mismos jugadores son los mismos que le cortan el paso en 'la roja'. No deja de extrañar que pese a su éxito y reconocimiento en el Arsenal, un eterno aspirante a títulos que no llegan, no se haya ganado un puesto fijo en la selección española de fútbol campeona de Europa y del mundo. En ambos torneos protagonizó momentos clave: el gol de penalti decisivo que eliminó a Italia en la Eurocopa y el pase a Iniesta para el tanto que significó el campeonato del mundo, pero no ha gozado de la titularidad en ninguno de los dos torneos.

Ahora es Pep Guardiola, muy empeñado en recuperarle, quien debe ocuparse de encajar a un crack como Cesc dentro de un equipo perfecto lleno, ya de por sí, de cracks. Solo el tiempo dirá si la vuelta del 'hijo pródigo', del deseado, ha merecido la pena o se convierte en un error. De todas formas: Cesc, bienvenido al fútbol español.

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