El día que McGregor fue a cobrar el paro y acabó arrasando en la UFC

En la actualidad, Conor McGregor es un luchador archiconocido que levanta pasiones y genera polémica casi a partes iguales. En los últimos días ha sido noticia por su mala cabeza, pero el campeón de la UFC ha dejado momentos memorables en el octógono y se ha erigido como uno de los mejores de la historia.

Sin embargo, el afamado millonario, estrella de la Ultimate Fight Championship que ahora conocemos, hace apenas cinco años residía con su familia en Lucan, Irlanda, y acudía, como cualquier persona de clase baja sin demasiada suerte, a cobrar el paro cada semana.

Conor McGregor iba cada semana a la oficina de correos para sellar su paro y recibir la ayuda económica de 188 euros semanales. Algo que no sería extraño si no fuera porque a punto estuvo de perder el vuelo que le llevaba a su primer combate de la UFC, y por el que iba a embolsarse, como mínimo, 16.000 euros, por cobrar los 188 euros que percibía.

Lo cuenta su entrenador John Kavanagh en su libro 'Conor McGregor, las MMA y mi lucha como entrenador', en el que narra su trabajo al lado del luchador.

McGregor iba a debutar en la UFC el 6 de abril de 2013 en Estocolmo. El día anterior Kavanagh fue a buscarle para poner rumbo al aeropuerto. En el camino, McGregor exigió una parada.

El entrenador le dijo que no tenían tiempo, que si era necesario él le prestaba los 188 euros pero que, si paraban, corrían el riesgo de perder el vuelo. Conor insistió.

Apenas un día después, McGregor arrasaba en su combate de debut ante Marcus Brimage. Dana White, el dueño de la UFC, quedaba impresionado.

McGregor se llevó el premio al KO de la noche, que suponía un bonus de 60.000 euros.

Uno de los luchadores más famosos de todos los tiempos insistió en cobrar sus 188 euros de paro en el mismo fin de semana en el que iba a cambiar para siempre la historia.