Un gol en el tiempo de descuento le dio la victoria a Croacia (3-2) ante España en una segunda parte loca en la que los dos partidos se volcaron en busca de la victoria que necesitaban. Al final, el premio fue para los balcánicos, que siguen con vida en la UEFA Nations League, mientras que los de Luis Enrique ahora necesitan que haya un empate el domingo entre los croatas e Inglaterra en Wembley.

Ausente en la selección desde el Mundial de Rusia, Jordi Alba se estrenó en un once inicial de Luis Enrique, que completó su línea defensiva con Iñigo Martínez, Ramos y Sergi Roberto. El seleccionador también rescató a Isco, sentado en el banquillo del Madrid por Solari, y apostó por Aspas y Rodrigo en ataque. Saúl y Ceballos acompañaron a Busquets en la medular.

Con ese planteamiento, España se encontró frente a una Croacia herida en su orgullo (cayó 6-0 en la ida) y que, liderada por Modric y Rakitic, salió muy enchufada.

Así, alos cinco minutos Perisic ya había estrellado un balón en el palo y, poco después, Kramaric estuvo a punto de marcar. Los desajustes defensivos fueron alarmantes en la Roja en esos primeros compases y, aunque poco a poco se fue recomponiendo, llegó al descanso sin apenas haber puesto a prueba a Kalinic. Solo un tiro lejano de Isco obligó al portero croata a sacar una mano para despejar el balón.

En el segundo tiempo España salió con otra cara, con más control en el centro del campo, pero un error de Sergi Roberto en el minuto 55 facilitó el tanto de Kramaric, que no perdonó al encarar solo a De Gea. La reacción, sin embargo, fue inmediata y Ceballos solo tardó dos minutos en empatar después de una buena triangulación entre el centrocampista del Real Madrid, Aspas e Isco.

Neutralizado el tanto croata, Luis Enrique empezó a mover el banquillo y metió a Asensio –otro rescatado– por Rodrigo. Acto seguido, pudo llegar el segundo tanto español, pero el remate final de Aspas pegó en el larguero. El gallegó se fue luego al banquillo y entró en su lugar Morata, pero fue el cuadro balcánico el que volvió a adelantarse: Modric colgó un balón perfecto al área y Jedvaj, completamente solo, lo cabeceó a la red en el segundo palo.

España encajó mal ese tanto y sufrió el acoso de Croacia, que pudo ampliar su ventaja en un mano a mano de Rebic, bien resuelto por De Gea. Luis Enrique decidió entonces completar sus cambios con la entrada de Suso por Saúl y su equipo recuperó pronto las pulsaciones. Morata estuvo a punto de empatar de cabeza y fue Ramos quien lo consiguió desde el punto de penalti –esta vez olvidándose de Panenka– tras unas manos de Vrsaljko en el área.

La recta final del partido fue frenética, con los dos equipos volcados en ataque y ocasiones en ambas porterías. Croacia, no obstante, le puso más corazón y encontró el gol en el último minuto al empujar Jedvaj un rechace de De Gea a disparo de Brekalo.