Eto'o pone excusas por negarse a jugar y Laporta lo justifica

Faltaban cinco minutos para que concluyera el encuentro entre el Barcelona y el Racing de Santander cuando Frank Rijkaard, entrenador del Barcelona, le dijo a Samuel Eto'o que saltara al campo.

El camerunés se negó, según confesó Rijkaard en la rueda de prensa posterior al partido: "No quiso entrar, no sé por qué. No me lo dijo a mí, se lo dijo a Eusebio. ¿Si estoy molesto? Es una lástima porque cada minuto que juega puede ser muy importante".

El técnico estaba muy enfadado con la actitud de su jugador.

Por su parte Ronaldinho le envió un recado: "Cada cual debe pensar lo que es mejor para el equipo".

Tras el partido, el camerunés no quiso hablar para no alimentar la polémica.

Sí debió de hablar, fuera de micrófono, con el periodista José Ramón de la Morena, conductor del programa "El Larguero".

Según De la Morena, Eto'o no quiso jugar porque el estado de juego no era el mejor para su rodilla y que por cinco minutos no merecía la pena poner en peligro su recuperación.

Otros señalan que Rijkaard le había dicho antes del partido que jugaría media hora, algo que el holandés no cumplió y que debió de molestar al delantero.

Es más que probable que Rijkaard hable este lunes con Eto'o para pedirle explicaciones. "Siempre estoy dispuesto a escuchar y a ayudar a los jugadores. Veremos qué me dice", declaró el holandés.

¿Ataque de celos?

Algunos periodistas sugieren que Eto'o sufre un ataque de celos, que no soporta ver cómo Ronaldinho y Messi son los ídolos absolutos de la afición.

Precisamente el diario francés L' Equipe publica este lunes una entrevista con Eto'o en la que niega que en el Barça haya "guerra de egos" y elogia a sus compañeros.

En dicha entrevista el camerunés califica el fútbol de "fiesta" y asegura sentirse recuperado, aunque le falta reencontrar la confianza en su juego.

Dice también que antes de la lesión no podía imaginar cuánto iba a echar de menos el fútbol.

En la entrevista el camerunés relata su sentimiento de malestar cuando estaba en el Real Madrid y el entonces presidente, Lorenzo Sanz, le decía que no podía jugar en el club "y hacía creer que yo no amaba el club".

"Me fui a Mallorca y cada vez que jugaba contra el Real es como si tuviera odio...", dice el futbolista.

El presidente del club, Joan Laporta se mostró más comprensivo: "Samuel ha sufrido durante cuatro meses y para ser feliz necesita jugar y marcar. Hay que estar a su lado. Y Rijkaard, un maestro en estas cosas, sabrá quitarle hierro y darle la solución justa".

No es la primera vez

Eto'o es de carácter fuerte. No es la primera vez que protagoniza episodios como éste.

Muy recordado es su incidente con Luis Aragonés cuando ambos coincidieron en el Mallorca.

El actual seleccionador nacional le cambió durante un partido y Eto'o le puso mala cara.

No dudó el seleccionador en cogerle de la solapa para recriminarle su actitud.

Con el tiempo, aquel incidente sirvió para que jugador y entrenador cimentaran una buena amistad.

Otro incidente sonado fue cuando, tras ganar su primera Liga con el Barça, Eto'o cantó aquello de "¡Madrid, cabrón, saluda al campeón".

Al final tuvo que pedir disculpas.