El agua persigue a Fernando Alonso: también lloverá en las 24 horas de Le Mans

Fernando Alonso se encuentra en Francia, donde este fin de semana va a disputar por segunda vez las 24 horas de Le Mans. El asturiano cerrará así su participación en el WEC y lo hará a lo grande, con el título de campeón del mundo de resistencia, siempre que él y sus compañeros en el Toyota 8, Kazuki Nakajima y Sebastien Buemi acaben séptimos u octavos si logran la pole.

Aparte de la pelea interna que tienen en Toyota, los únicos rivales reales, tendrán un enemigo más: la lluvia. Las previsiones para la zona de La Sarthe apuntan a chaparrones muy intensos durante todo el fin de semana, como ha compartido el expiloto tres veces ganador de las 24 horas Allan McNish, hoy comentarista de televisión.

Parece que Alonso está condenado a mojarse cada vez que se sube a un coche desde que dejó la Fórmula 1. Es literal: en las cuatro pruebas que ha disputado en este 2019, ha llovido. Le ocurrió en las 24 horas de Daytona, en las 1.000 millas de Sebring, en las 6 horas de Spa (en las que incluso nevó) y en la clasificación de las 500 millas de Indianápolis, en cuya carrera no participó por una absurda cadena de errores.

La disputa de las 24 horas de Le Mans con lluvia será un reto mayúsculo para Alonso, que ya en 2018 dio una lección de pilotaje de noche sobre la que asentó su histórica victoria. En esa edición lució el sol de manera espectacular y las buenas temperaturas evitaron sustos mecánicos en el equipo Toyota.