El nuevo James Rodríguez del Bayern amenaza al Sevilla

Aún sigue comentando la jugada por whatsapp con Sergio Ramos, Karim Benzema y Marcelo, los ex compañeros del Real Madrid con los que mantiene contacto, pero James Rodríguez ha vuelto a recuperar la sonrisa futbolística en Munich, de la mano de Jupp Heynckes. Parece que su estancia en Alemania va a durar para rato. Su contrato de cesión es por dos temporadas, pero el Bayern ya filtra que quiere ejecutar su opción de compra, de solo 42 millones de euros, una auténtica ganga para los tiempos que corren. De ser así, habría pagado 55 millones, con los 13 que desembolsó por la cesión, por un jugador que marca diferencias y que se asoma al próximo Mundial en plenitud, tras su exhibición en 2014 en Brasil, donde se proclamó Bota de Oro de la cita mundialista. El Madrid pagó 80 millones de euros por él, tras ser una de las grandes figuras de aquella cita.

Es uno de los grandes nombres propios que visitan el Sánchez Pizjuán en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. El mejor James ha regresado, pero no ha sido un camino de vino y rosas. Los comienzos en Munich no fueron fáciles. Para alguien que necesita estar arropado por su gente, le costó entrar en la nueva dinámica del fútbol alemán y la grandeza intrínseca del club bávaro le supusieron duras críticas. James supo sobreponerse.

Dos factores devolvieron su mejor versión: la continuidad, con seis partidos consecutivos en la titularidad y su nueva posición en la sala de máquinas, junto a Arturo Vidal y Javi Martínez, algo más retrasado de lo que juega con la Selección colombiana. Con ese centro del campo que habla español, el Bayern ha cogido velocidad de crucero, está a un paso de volver a ganar la Bundesliga. La posición no le es desconocida, ya que en el Madrid, tanto con Ancelotti como con Zidane, compartió algunos encuentros junto a Kroos y Modric.

Dedica una hora al día a aprender alemán, aunque los progresos son mínimos según reconoce, y no deja de recibir a familiares y amigos en casa, pero nada le devuelve más la sonrisa que la visita de su pequeña Salomé. Entre la familia, la Play y sus nuevos compañeros ha encontrado un hábitat en el que sacar de nuevo su mejor versión. El Sevilla, que ya eliminó al Manchester United, quiere volver a dar la campanada en la Champions League.

El Bayern ha engrasado su máquina para llegar a tope a este tramo de temporada como un avión. Sus seis goles al Dortmund, con tanto del llegador James incluído, parecen una seria amenaza. En un equipo de estrellas mundiales, la del cafetero, que se crece cuanto más grande es la cita, vuelve a brillar.