James Rodríguez y el partido de su vida

A pesar del indiscutible éxito que supuso la temporada pasada para el Real Madrid, para el equipo blanco fue insostenible mantener intacta la que fue una de las mejores plantillas de toda su historia. El equipo entrenado por Zinedine Zidane consiguió ganar Liga y Champions, y lo hizo gracias a un elenco de futbolistas prácticamente inalcanzable para cualquier equipo del mundo.

Los casos más evidentes fueron los de Álvaro Morata, Pepe, y James Rodríguez. Otros como Mariano también se han hecho titulares en clubes de muy buen nivel, como es el caso del Olympique de Lyon, pero volviendo a los citados en primer lugar, hablamos de futbolistas con jerarquía como para ser titulares en un amplio abanico de clubes de primerísima fila, por lo que mantenerles con un rol de suplentes era realmente complicado.

James eligió el Bayern, donde llegó después de un particular acuerdo de cesión con el Real Madrid. Con Ancelotti en el banquillo –uno de sus grandes valedores en el equipo blanco- parecía claro que el colombiano iba a ser una pieza indisctuible en los planes del italiano. Sin embargo, su tempranera destitución dejaba a James en una situación delicada.

No fue un secreto que las quejas de los pesos pesados del vestuario acabaron influyendo en la destitución de Ancelotti, y la llegada de Heynckes presuponía que gente como Müller, Robben y Ribery iban a ganar protagonismo. A pesar de lo que pudiera parecer, lo que ocurrió fue que James comenzó a ganar peso en el sistema, jugando incluso en muchas ocasiones cerca de Javi Martínez para armar juego, y teniendo por tanto un papel de líder en la gestación de las jugadas ofensivas. Sin duda, una amenaza para el Real Madrid, dado su talento y la indiscutible motivación extra con la que saltará al terreno de juego en la noche del miércoles.