Michael Schumacher sigue postrado en cama, y poco o nada se sabe públicamente de su estado. Por deseo expreso de su esposa Corinna, ni los medios de comunicación ni los fans saben nada que no salga por su boca o por la de sus representantes, por lo que la entrevista que ha dado Jean Todt, presidente de la FIA, a AutoBild cobra un significado muy alto.

El ex jefe de Ferrari y actual máximo mandatario del automovilismo deportivo mundial ha confesado que estuvo en casa de los Schumacher durante el penúltimo GP de la temporada 2018 de Fórmula 1, el GP de Brasil. "Suelo tener cuidado con lo que digo, pero es verdad, vi el GP de Brasil en Suiza con Michael", confesaba el dirigente.

En la misma entrevista, Todt se queja amargamente de la cantidad de publicidad que emitió la cadena RTL, dueña de los derechos de retransmisión de la Fórmula 1 en Alemania y Suiza, durante la carrera."Me hubiera gustado una de esas pequeñas ventanas en la esquina para no perderme totalmente esos momentos de la carrera. Si veo una carrera, quiero entenderla", admitía.

Todt visita la casa de los Schumacher, al menos, dos veces al mes. La ascendencia del francés sobre toda la familia y la amistad que les une desde que trabajaron juntos en Maranello le hace digno de confianza de la familia del 'kaiser', lo que él corresponde con una absoluta discreción acerca de su estado físico.

El día 29 de diciembre se cumplen cinco años del accidente de esquí en la estación alpina de Méribel que le apartó de la vida pública de manera definitiva.