Jessica Vall: "Cuando compito, a veces se me va la cabeza"

  • La catalana, profesional desde hace solo cuatro años, es la nueva campeona de Europa de 200 metros braza recién cumplidos los 29.
  • "Era una niña muy activa, y mis padres veían que, cuando iba a natación, después no había cría; por eso me apuntaron", relata la bracista a '20minutos'.
La nadadora Jessica Vall, posando con las medallas logradas en los Europeos de Copenhague.
La nadadora Jessica Vall, posando con las medallas logradas en los Europeos de Copenhague.
EFE
La nadadora Jessica Vall, posando con las medallas logradas en los Europeos de Copenhague.

Ha explotado tarde, pero a tiempo. Jessica Vall es la nueva campeona de Europa de los 200 braza tras una final perfecta en la que derrotó a las favoritas, la plusmarquista local Rikke Moller Pedersen y a la campeona de 2015, la belga Fanny Lecluyse. La catalana, que además se ha colgado un bronce en los 100 braza y ha batido cuatro récords nacionales en los Europeos de Copenhague, eclosiona con 29 años, yendo a contracorriente —nunca mejor dicho— y por elección propia, ya que antepuso sus estudios de biomedicina al deporte de élite.

¿Qué sintió al saberse campeona?

Fue un momento muy especial. Te vienen mil cosas a la cabeza y, a la vez, ninguna. Es mucha felicidad. Cuando estás en el podio lo saboreas un poco más y piensas en lo que me ha costado llegar hasta ahí.

¿Y ha sido mucho?

Sí. Son muchos años trabajando, muchos altibajos, pero disfrutando todos los pasos hacia adelante que hemos ido dando.

Dice que muchos años. Sin embargo, es más o menos 'novata' en la natación profesional.

Sí, claro. Es cierto que a nivel más de élite, en Europeos y Mundiales, llevo desde 2013, pero nado desde que tenía 10 años. Nadando y trabajando, evidentemente. Quizá los objetivos no eran tan ambiciosos, pero el trabajo es el mismo.

¿Siente que es una deportista que va a contracorriente?

Por un lado sí, puede que este éxito llegue un poco tardío, pero, por otro, creo que la natación está cambiando. Ahora se ganan medallas con más de 30 años, los pasados Juegos son un ejemplo de ello.

Algunas, en su caso, con 29 años, están hablando de retirada. ¿A qué le suena esa palabra?

Pues a que yo, de momento, no (risas). Soy consciente de que hacer grandes planes a largo plazo es complicado, así que voy temporada a temporada.

Entonces, ¿no se pone objetivos?

No es eso, pero creo que lo importante es disfrutar, saborear el éxito y luego, en dos o tres días, ponerme manos a la obra y otra vez con el trabajo.

¿En qué momento cambia todo y decide dedicarse a la natación de alto nivel?

Va relacionado con el momento en el que acabo la carrera. Estuve compaginando cinco años la carrera con la natación. Una vez terminé los estudios, quise saber qué pasaría si solo me dedicaba a nadar. Y conseguí la mínima para ir al Mundial de Barcelona y entrar en la selección española. Para mí fue una inyección de confianza.

¿Por qué le dio por la natación?

Era una niña muy movida y mis padres veían que, cuando iba a nadar, luego no había niña en casa porque caía rendida del cansancio. Por eso mis padres decidieron apuntarme (risas). Y a mí me gustaba. De todas formas, siempre he sido muy inquieta y me gustaban todos los deportes, sobre todo el fútbol.

¿Lo llegó a practicar?

¡Qué va! La natación es un deporte muy sacrificado. Desde primaria ya madrugaba como a las 6 de la mañana para ir a entrenar. No había tiempo para más.

Jessica Vall, en plena competición.
Jessica Vall, en plena competición.

Y de mayor tampoco, porque luego estudió biomedicina. ¿En qué consiste?

Está centrada en la biología humana. Es un poco saber qué hay detrás de la medicina, donde hablamos de análisis clínicos, de industria farmacéutica, de investigación...

¿Ha podido ejercer?

Sí. He estado tres años en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona intentando encontrar las nuevas técnicas antidopaje, pero tuve que dejarlo para preparar los Juegos Olímpicos.

Hablando del dopaje, ¿qué opinión tiene usted?

Que hace mucho daño al deporte. Deberíamos promover el deporte limpio.

Entre brazada y brazada, ¿le da tiempo a pensar en otras cosas?

Sí, muchísimo (risas). Mientras compites, algo menos, pero alguna vez sí se me va. Por ejemplo, en la final del Europeo pensé 'has hecho la peor salida de tu vida, venga, continúa'. Encima sacaba la cabeza del agua y escuchaba solo ánimos a la danesa. Cuando entenas, que suelen ser dos o tres horas, se te va aún más (risas).

¿Le cuesta más concentrarse compitiendo o estudiando?

Precisamente esa, la capacidad de concentración, es una de mis cualidades. Me pasa estudiando, que puedo estar dos o tres horas seguidas haciéndolo. En mi vida me pasa lo mismo, aunque, lógicamente, no estoy las 24 concentradas en todo lo que hago y a veces sí se me va la cabeza (risas).

¿Se sintió apoyada cuando decidió lanzarse a la piscina de la élite?

Muchísimo. Por mi familia y, ahora, el que más lo sufre es mi marido. El deporte de élite conlleva mucho sacrificio y muchas horas fuera de casa y su apoyo es lo más importante. No puedes estar en muchos eventos, cumpleaños... pero tener la sensación de que no pasa nada y saber que entienden que no estés es gratificador y espero en su momento poder devolvérselo.

¿Siente que ha dejado muchas cosas por el camino?

Sí, sé que pierdo algunas, pero, de momento, me compensa. Por eso continúo haciéndolo.

En pocas palabras, ¿cómo se definiría?

Una persona muy constante, muy sacrificada, optimista y, a veces, un poco testaruda.

¿Cambia mucho dentro y fuera del agua?

Que va, soy muy transparente, soy la misma.

¿Tiene algún ritual en competición?

Sí, tonterías que a mí me dan confianza. Por ejemplo, intento subirme por la parte derecha del podio, subir con el pie derecho, escuchar un poco de música antes de competir...

¿Qué tipo de música?

Huy, depende de cómo esté. Me puedo poner música muy marchosa o más tranquila.

¿Algún ídolo?

No me gusta idealizar a la gente, pero sí veo que deportistas como Rafa Nadal o Pau Gasol son grandes referentes.

¿Qué sueño deportivo y no deportivo tiene?

¡Me da miedo decirlos porque luego puede que no se cumplan! (risas). Te puedo decir que sí, que tengo un sueño deportivo y uno no deportivo, pero no cuáles son (risas).

BIO Nacida en Barcelona, el 22 de noviembre de 1988, Vall es una española especializada en el estilo braza. Está licenciada en biomedicina, carrera que compaginó con la natación, disciplina de la que es profesional desde 2013. Es la actual campeona de Europa y pulsmarquista nacional en los 100 y 200 braza. El año pasado nadó los 50 metro, 100 metros y 200 metros braza en el Open de Primavera, ganando tres medallas de oro y el pase al equipo olímpico de Río de Janeiro.

Daniel Mateo
Periodista Cultural '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Redactor especializado en cultura, especialmente música, espectáculos y televisión. Tras pasar por el diaro AS y la Cadena Ser, formo parte 20minutos desde 2006, primero en Deportes y, desde 2018, en Cultura y Estilos de vida.

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