El base Kyrie Irving se encargó de hacerlo todo en ataque y con 37 puntos, la mejor marca en lo que va de temporada, lideró el ataque de los Cavaliers de Cleveland, que vencieron a domicilio por 87-90 a los devaluados Knicks de Nueva York.

Además se encargó de hacer la penetración que completó con una canasta a falta de 10 segundos y que sentenció el partido tras un tiempo muerto pedido por el entrenador de los Cavaliers, David Blatt.

Una vez más, aunque el partido estuvo siempre igualado en el marcador, al final los puntos decisivos cayeron del lado de los Cavaliers porque tuvieron a Irving y James como encestadores.

Todo lo contrario de lo que sucedió con los Knicks (4-16), que perdieron el sexto partido consecutivo, después de ver como su líder encestador, el alero Carmelo Anthony sólo anotó nueve puntos al fallar 15 de 19 tiros de campo, incluidos cuatro de cinco intentos de triples, que no fue a la línea de personal.

El base español José Manuel Calderón desapareció por completo en el duelo con Irving y en los 28 minutos que jugó sólo pudo aportar tres puntos al anotar 1 de 5 tiros de campo, un triple en cuatro intentos. Además consiguió tres asistencias, capturó un rebote, recuperó un balón y perdió dos.