Fútbol

Messi, otra vez desaparecido en una noche de pesadilla para el Barça

Apenas seis días antes de que el Barça hincara la rodilla en Anfield, Leo Messi acaparó todos los elogios con su actuación en el partido de ida. Los adjetivos se agotaron una vez más tras sus dos goles, que aplacaron a un buen Liverpool y parecían dejarle fuera de la final de la Champions League, que finalmente jugará el 1 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid.

Con sus dos goles en el Camp Nou, y en especial con su impresionante lanzamiento de falta, Messi no sólo decantaba entonces la eliminatoria del lado azulgrana, sino que se sacudía de un plumazo un montón de críticas, acumuladas durante los tres cursos anteriores. Entre 2016 y 2018, el Barça no pasó de cuartos de final y acabó en la cuneta, eliminado por Atlético de Madrid, Juventus y Roma, sucesivamente.

En aquellos seis partidos de cuartos, Messi estuvo muy lejos de su mejor nivel. Un rendimiento que le alejó no sólo del título más deseado sino también de los galardones individuales, el Balón de Oro y el premio FIFA The Best, que fueron para Cristiano Ronaldo (en dos ocasiones) y Luka Modric.

Una renta a la basura

En Anfield, el Barça tenía la ocasión de regresar a la final cuatro años después. La renta era sustanciosa y enfrente, además, no estaba la gran estrella 'red', el lesionado Mohamed Salah. Sí estaba en el Barça Messi, así que la remontada parecía una quimera. Pero cuando Origi hizo el 1-0 a los pocos minutos, Anfield prolongó su cántico, y ya apenas paró hasta el 95.

Porque el Barça, tras su mala salida, se asentó en el partido. Fueron los mejores minutos de Messi, que dispuso de varias ocasiones. La más clara, un fallo impropio no ya de su categoría, sino de su instinto asesino. Jordi Alba renunció a disparar por dejarle el balón y el argentino se adornó de forma innecesaria. Le quitaron el balón en el último momento, antes de golpear.

En la primera parte, Messi aún dispuso de dos ocasiones menos claras, dos remates que salieron ajustados. En la segunda parte, en cambio, el Barça quedó aturdido. Primero con los dos goles seguidos de Wijnaldum. Luego, con el 4-0, en un fallo colectivo, una fatal falta de concentración. El equipo no reaccionó y su líder, Messi, tampoco. En la noche decisiva, de nuevo. Otra pesadilla.

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