El Barça demuestra su superioridad en Old Trafford y acaricia las semifinales de la Champions

El Barça era el gran favorito y así lo demostró en Old Trafford. Los azulgrana fueron superiores al Manchester United y lograron la victoria gracias a un gol mitad de Luis Suárez mitad de Luke Shaw que subió al marcador gracias a la intervención del VAR, pues el árbitro lo había anulado. Leo Messi acabó sangrando en la primera parte, pero todo mereció la pena, pues el resultado deja a los de Valverde a un paso de las semifinales de la Champions.

Los diablos rojos apretaron en el inicio, pese a que el balón era azulgrana, y fue Marcus Rashford el que lanzó el primer aviso con un potente lanzamiento de falta que se fue pegado al palo. Después Ter Stegen, atentísimo, desbarató una gran combinación local cuando el propio delantero inglés se iba a plantar solo ante el alemán tras un gran pase de Paul Pogba.

Pero el Barça golpeó a la primera. Messi recibió dentro del área, el control se le fue algo largo, pero lo arregló con un fantástico pase para Luis Suárez, que cabeceó a la red con ayuda de Shaw, que fue el que introdujo el balón dentro de la portería. El árbitro anuló en primera instancia el gol por fuera de juego del uruguayo, pero el VAR entró a arreglar el error y validó el tanto.

Los azulgrana, ayer de amarillo, se mostraron desde entonces timoratos. Ni tuvieron el balón lo suficiente ni contragolpearon con la fiereza que en ellos es habitual. Solo un disparo de Coutinho ante el que se lució De Gea creó verdadero peligro.

El United demostró sus limitaciones, pero apretó en todo momento a un Barça que tuvo un buen susto en un golpe que se llevó Messi y que le dejó sangrando. Fruto de su insistencia, casi empata el choque Dalot, pero el luso se equivocó en su remate de cabeza cuando lo tenía todo a su favor.

Tras el descanso, los culés cambiaron el chip y salieron decididos a dejar la eliminatoria totalmente sentenciada. El dominio del balón pasó a ser casi absoluto del Barça, que encerró a su rival, sin argumentos para hacer daño.

En dos ocasiones pudo llegar el segundo tanto. Primero fue Luis Suárez el que con una poderosa volea acarició el gol, pero el balón se fue al lateral de la red de la portería de David de Gea. Y después fue el portero español el que evitó el tanto en otro duro disparo, esta vez de Jordi Alba.

Solo en los minutos finales apretó un poco el Manchester United, aunque al Barcelona jamás se le vio incómodo y Gerard Piqué solventó todos los balones comprometidos, especialmente en una jugada en la que Martial se quedaba solo dentro del área.

El triunfo era del Barça, las semifinales están muy, muy cerca. En menos de una semana, el próximo martes, elCamp Nou dictará sentencia con el encuentro de vuelta.