Kylian Mbappé se presenta al mundo en modo superestrella

Mbappe en un lance del partido
Mbappe en un lance del partido
EFE
Mbappe en un lance del partido

Kylian Mbappé ha sido uno de los protagonistas en el primer partido de los octavos de final del Mundial de Rusia. El delantero del PSG, de 19 años, se ha erigido como protagonista en el pase a cuartos de su selección frente a la Argentina de Leo Messi.

Empezó potente, eléctrico… imparable. Una arrancada suya en propio campo acabó en penalti. Gol de Griezmann. 1-0 y Mbappe se mostraba al mundo. Fueron cincuenta metros de carrera dejando atrás a cuatro jugadores argentinos, recordando al mejor Ronaldo Nazario. El quinto, Marcos Rojo, le tuvo que parar con un penalti en el único momento en el que parecía haber perdido el control. Tras el gol de ‘Grizie’, Kylian se creció. Toques de espuela (bien dados) que dotaron de ventaja a los compañeros, quiebros cargados de fuerza y pases filtrados que desnudaban el planteamiento de Sampaoli.

Por un momento, Mbappé era el jugador total incapaz de hacer absolutamente nada mal. Y así fue. Solo el gol imperial de Ángel Di Maria al borde del descanso empañó lo que hasta el momento estaba siendo la mejor actuación individual en lo que llevamos de Mundial. Tras la reanudación, pedía un héroe Francia. Se adelantaba Argentina con gol de Mercado y la cosa se complicaba para los hombres de Deschamps que injustamente estaban por detrás en el marcador. Erigió de nuevo Mbappe. Lograba el empate Pavard tras una volea histórica y del resto se encargaría el protagonista de estos cuartos.

Primero para poner de nuevo en ventaja a su equipo. 3-2 tras un recorte magistral y definición fuerte imposible para Armani. Se coronó 5 minutos después con la sentencia del partido. El 4-2 a la contra y como si nada. Una lección de poderío, de superioridad física y técnica de un jugador que ha dado un golpe sobre la mesa y se ha presentado al mundo: Mbappe marcará una época.

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