Mundial de Rusia 2018: España quiere recuperar el cetro

Los jugadores de España celebran un gol durante la fase de clasificación.
Los jugadores de España celebran un gol durante la fase de clasificación.
EFE
Los jugadores de España celebran un gol durante la fase de clasificación.

La pesadilla de Brasil 2014 está ya olvidada: tras una clasificación brillante y recuperando el juego que asombró al planeta entre 2008 y 2012, la selección española de fútbol llega al Mundial de Rusia 2018 con serias opciones de recuperar un cetro que ostenta Alemania y que tiene otros potentes pretendientes.

Julen Lopetegui ha recuperado la mejor versión de España siendo fiel, además, a la filosofía que hizo grande a la selección a finales de la pasada década. Además, ha sabido pulir los defectos del 'tiki taka' y ha conseguido que, de nuevo, la selección se vuelva a convertir en elemento aglutinador de la afición española: su convocatoria de elegidos para representar a España en Rusia ha sido apenas discutida, síntoma inequívoco de que el técnico guipuzcoano ha dado con la tecla.

Pero no será, ni mucho menos, un camino de rosas para España su presencia en Rusia. En primer lugar, porque debuta con la actual campeona de Europa, la Portugal de Cristiano Ronaldo. Segundo, porque luego se cruzaría con el grupo de la anfitriona, donde está la siempre peligrosa Uruguay, y de pasar, en cuartos podría perfectamente vérselas con la Francia de Griezmann o la Argentina de Messi.

Las otras candidatas

Y es que son varios los candidatos a alzarse con el triunfo en la final del próximo 15 de julio en el Luzhniki de Moscú. Alemania pretende romper una maldición que dura 56 años y convertirse en la tercera selección que gana dos Mundiales seguidos (lo hicieron Italia en 1934 y 1938 y Brasil en 1958 y 1962). Joachim Löw vuelve a liderar a una selección con mucho oficio, representado en jugadores experimentados como Özil, Müller, Khedira, Hummels o Kroos y jóvenes pujantes como Werner o Goretzka. La única duda es si Manuel Neuer podrá ocupar la portería, pero Marc-André Ter Stegen ha demostrado con el Barcelona que está sobradamente preparado para sustituirle.

Otra de las candidatas es Argentina. Y lo es sobre todo porque quizá sea la última oportunidad para que su capitán, Leo Messi, complete un palmarés que cierre el debate de si es el mejor futbolista de la historia. Es lo único a lo que se agarran los de Sampaoli, tras una clasificación cargada de dudas, y con una renovación que algunos consideran insuficiente tras el subcampeonato de hace cuatro años.

El otro gigante americano, Brasil, quiere resarcirse del amarguísimo trago de su Mundial y de nuevo está liderada por Neymar, que ha estado descansando por una lesión en el último tercio de la temporada. Sin la carga que suponía ser anfitriones, los de Tite han juntado alrededor de Neymar un buen número de jugadores jóvenes que están triunfando en Europa y que le han cambiado la cara a la canarinha: Alisson, Casemiro, Gabriel Jesus, Coutinho o Firmino están llamados a hacer grandes cosas en Rusia.

Francia es otra de las candidatas al título. Por falta de talento no es: llega con Antoine Griezmann en estado de gracia y bien acompañado de algunos de los cracks más cotizados del fútbol actual: Pogba, Varane, Umtiti, Dembélé, Kanté o Mbappé. Jóvenes como Fekir, el atlético Lucas Hernández o Thauvin completan un plantel con capacidad para llegar a los últimos partidos de la cita rusa.

En un escalón más abajo podemos encontrar a Portugal, que quiere demostrar porqué es campeona de Europa. Seguramente será también el último Mundial de Cristiano Ronaldo y la ambición sin límites del de Madeira es un punto muy a favor de los lusos, aunque quizá dependen demasiado del 7 del Real Madrid.

Inglaterra, siempre mirada con lupa por su afición, lleva a Rusia una de sus selecciones más talentosas de los últimos años. Liderados por el indiscutible instinto goleador de Harry Kane, los tres leones deberán superar debilidades como su portería (entre sus tres guardametas suman 9 solo internacionalidades) y hacer valer la presencia de jugadores como Alli, Rashford, Dier o Henderson.

La Uruguay de Luis Suárez, la Colombia de James y Falcao, la Croacia de Modric y Rakitic y sobre todo, la Bélgica del técnico español Roberto Martínez, que cuenta con estrellas como Courtois, Kompany, De Bruyne, Carrasco, Hazard o Lukaku, están al acecho para dar la sorpresa en un Mundial muy abierto.

El VAR

Otro de los puntos de interés del Mundial 2018 va a ser el uso del Video Assistant Referee, más conocido como VAR. Los árbitros podrán recurrir en caso de duda a esta tecnología para dilucidar jugadas dudosas.

Un equipo de árbitros de categoría FIFA estarán en Moscú conectados con todos los estadios mundialistas, desde donde el colegiado que esté en el césped podrá ponerse en contacto con ellos, vía fibra óptica, para que le ayuden en cuatro supuestos: goles o jugadas que induzcan a gol; penaltis o jugadas que induzcan a penalti; expulsiones por roja directa o dudas en la identidad de un infractor.

En las pruebas que se han hecho hasta ahora, el VAR no ha demostrado ser la panacea que algunos auguraban. Habrá que ver cómo funciona en un torneo que se ha forjado a base de jugadas polémicas: la 'mano de Dios', el gol de Inglaterra a Alemania en 1966, el gol fantasma de Míchel a Brasil en 1986...

Asuntos extradeportivos

Más allá del fútbol, uno de los temas que más preocupa de cara al Mundial de Rusia es el movimiento ultra. Tras los terribles incidentes ocurridos en la pasada Eurocopa de Francia entre hinchas rusos e ingleses, todas las alarmas se dispararon. Más aún cuando desde entonces, los ultras rusos no han parado de amenazar con palizas a todos aquellos que se atrevan a acudir a Rusia a animar a su selección.

Hace meses, la BBC entrevistó a los Orel Butchers, uno de los grupos ultras más famosos de Rusia, que no dudaron en decir que si alguien quiere salir indemne de su viaje a Rusia, debe tener cerca "un niño o algún familiar. Si estás allí con un amigo, debes calcular que te vas a llevar una patada en el culo".

De hecho, en Inglaterra se ha publicado que ultras rusos, serbios y argentinos están en contacto para coordinar ataques a los hooligans ingleses que osen viajar.

Otro asunto en el que Rusia se examina es el de la tolerancia. Se trata de un país con numerosos problemas de racismo y homofobia. Yaya Touré llegó a pedir un boicot de los futbolistas negros al Mundial, mientras que personalidades del colectivo LGTB llegaron a escribir a al FIFA para que retiraran el Mundial de Rusia.

El presidente Vladimir Putin tendrá también que esforzarse para disipar las sospechas de corrupción en la FIFA que acabaron con la concesión del Mundial a su país, así como los numerosos escándalos de dopaje a los que se enfrentan desde hace años los atletas rusos.

Por último, la política internacional rusa en asuntos como Ucrania, la supuesta 'guerra' de espionaje con Reino Unido o las también supuestas intervenciones en asuntos foráneos como las elecciones presidenciales de Estados Unidos ponen la lupa en un país que, durante un mes, recibirá la atención de millones de personas.

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