Kimi Räikkönen, como el resto de pilotos, se toma las ruedas de prensa de los jueves previos a cada Gran Premio como un tedioso trámite que deben cumplir. En la de Singapur fue el centro de casi todas las preguntas. Su inesperada continuidad en la Fórmula 1 ha suscitado muchas reacciones, no tanto porque no le tengan bien considerado, sino porque vuelve a Sauber, que fue el equipo en el que debutó hace 17 años.

Cuando le preguntaron sobre su decisión de irse a la escuadra suiza, una vez conocida la decisión de Ferrari de no renovarle, sacó su lado más socarrón e irónico. "Has dicho que no fue tu decisión dejar Ferrari, pero sí lo ha sido volver a Sauber, ¿podrías decirnos por qué lo haces?", le preguntaron. Su respuesta, con una media sonrisa, fue "¿Por qué no?".

Cuando le insistieron que por qué se va a Sauber, dado el rendimiento del equipo (pasará de pelear por podios a hacerlo por puntuar, con suerte), Räikkönen dejó clara su postura. "Porque quiero. ¿Por qué intentáis hacerlo todo tan complicado? No sé más que vosotros, sólo dónde han estado acabando. Obviamente no sé qué pasará el año que viene, nadie lo sabe cuando se trata de predecir la velocidad de los coches y los equipos. (...) Tengo mis razones y eso es suficiente. Realmente no me importa lo que piensen los demás", dijo, contundente, al respecto.

Incluso se permitió cortar una pregunta de golpe. "¿Qué te apasiona aún sobre las carreras? El fuego que...", le preguntaron, a lo que interrumpió: "No, realmente no. Sólo por los juegos mentales para vosotros he firmado y voy a seguir pasando dos años, para no ser feliz".

A su lado, Lewis Hamilton sólo podía sonreír ante las ocurrencias de Räikkönen, que desde el propio twitter de la Fórmula 1 resumieron: