Era el elefante en el centro de la habitación. El fútbol femenino estaba explotando, las mujeres llenaban campos de Primera como el Wanda Metropolitano o Anoeta y nombres como Ada Hegerberg, Alex Morgan o Lucy Bronze empezaban a sonar como antaño los Ronaldo, Zidane o Beckham. Aquellos galácticos que logró el Real Madrid no podrían tener su equivalente femenino, simplemente, porque no había equipo madridista.

Hasta este año. No será directamente con el escudo del Real Madrid, pero camina como un pato, tiene plumas y hace ‘cuacua’ exactamente igual que un pato del mismo Chamartín. El CD Tacón mantendrá su nombre en la que va a ser la primera temporada de la Primera Iberdrola (con este denominación), antes de pasar directamente a ser conocido como el Real Madrid Femenino.

Se acaban así varios años de tira y aflojas, de llamadas y contactos entre directivos y de negativas, reticencias e incluso algún enfado en los despachos más importantes del Santiago Bernabéu.

La directiva blanca encabezada por Florentino Pérez no veía clara su entrada en el mundo del fútbol femenino, pese a que el proyecto presentado por Ana Rossell (que fue jugadora del Atlético de Madrid, irónicamente) y René Ramos, hermano de Sergio y hombre en la sombra de todo el proceso, apuntaba a ser muy ambicioso. ¿Cómo iba a entrar el Real Madrid a competir de cero contra gigantes como el Atlético o el Barcelona, con años de experiencia y ya como adalides del balompié de mujeres en España?

No ha sido hasta que FIFA y UEFA se han puesto serios cuando el Madrid ha claudicado. La llegada del Real Madrid a través del CD Tacón acaba así con una carencia que muchos aficionados (no todos, ya que es un asunto que aún genera división) pedían desde hacía mucho: ¿cómo no iba a entrar el Real Madrid, si estaban el Atlético y el Barcelona?

Ya con el colchón blanco detrás, el Tacón se ha reforzado con jugadoras de renombre, como las suecas Sofia Jakobsson y Kosovare Asllani, la francesa Aurelie Kaci (ex del Atlético) o la brasileña Thaisa Moreno. Refuerzos para una plantilla que mantiene la base que logró el ascenso y al técnico, un David Aznar en el que la plantilla confía a ciegas.

Queda por ver si podrán competir de manera real contra rojiblancas (vigentes campeonas) y blaugranas, que además serán las primeras en recibirles. El 7 de septiembre, en el nuevo estadio Johan Cruyff, habrá el primer ‘Clásico’ femenino en España. Será un Barcelona-Real Madrid que hace no tanto parecía imposible.