El Real Madrid ha vencido por 2-0 al Valladolid, en un encuentro en el que al equipo blanco le ha costado mucho abrir la lata, algo que ha conseguido en el tramo final, gracias a la entrada de Vinícius Junior.

Solari no tomó decisiones demasiado relevantes, y apostó por un 4-3-3 habitual. Courtois fue el guardameta, con Odriozola, Nacho, Ramos y Reguilón en defensa, Casemiro, Kroos y Modric en medio campo, y Asensio, Bale y Benzema en la delantera.

El tramo inicial de encuentro del equipo blanco fue relativamente positivo, teniendo la pelota y mostrando alguna opción para rematar, especialmente un remate de Karim Benzema que salió un poco cruzado tras tocar en un rival, pero más allá de eso, el equipo de Solari apenas tuvo situaciones de remate cómodas.

Lo peor para el Real Madrid no fue no encontrar situaciones de remate cómodas, sino que en los últimos 15 minutos del primer acto fue el Valladolid el que tuvo las mejores opciones para hacer gol. Antoñito, con una vaselina que se marchó alta, tuvo la mejor ocasión, aunque Enes Ünal también cabeceó con comodidad, aunque no encontró portería.

La afición blanca despidió a su equipo con pitos, y en la segunda parte los de Solari salieron con más energía. Casemiro y Benzema tuvieron un par de buenas ocasiones, pero lo cierto es que después de ese espejismo, fue el Valladolid el que de verdad estuvo cerca de hacer el 0-1, y entre el minuto 60 y el 70 tuvo dos ocasiones clarísimas, con sendos disparos que se marcharon al larguero de la meta defendida por Courtouis.

Las cosas cambiaron en el minuto 73, tras la entrada de Vinicius Junior. El Bernabéu estaba desesperado con su equipo, hasta que en el minuto 84 el jugador brasileño cazó una pelota en la esquina del área, condujo con agresividad hacia dentro y su centro pegó en la espalda de Kiko Olivas, colándose el balón en la meta vallisoletana. Después de aquello el Real Madrid siguió apretando, y Sergio Ramos puso el 2-0 tras transformar un penalti cometido sobre Benzema.