Robert Moreno se encontró con un reto mayúsculo. Los "asuntos familiares de fuerza mayor" que obligaron a Luis Enrique a abandonar la concentración en Malta colocaron al segundo técnico al frente del equipo, y el examen lo pasó con solvencia dadas las circunstancias.

El contexto en el que el técnico catalán debutó en un banquillo fue difícil. "La peor de mi vida", dijo a los micrófonos de TVE, cuestionado si había sido su situación profesional más complicada. En la conferencia de prensa, fue en la misma línea.

"Ha sido muy raro. Ha sido muy curioso, porque la gente te escribía para felicitarte, pero no había nada que felicitar. No es la manera en la que te imaginas debutar en un partido. Conociendo a Luis, hemos actuado como él hubiera querido. He sido una extensión de Luis Enrique, no he sido Robert Moreno, sino una representación de él", destacó.

No le supuso un gran problema dirigir al equipo, ya que está acostumbrado a trabajar codo con codo con sus compañeros del cuerpo técnico. "Lo teníamos todo atado. No llegamos a esto sin tener todo atado, y con Luis lo consensuamos todo. También me dio libertad para que fuese yo, pero no he tenido que hacerlo. Con el acicate de la situación que teníamos, hemos sacado el partido. El comportamiento de los jugadores ha sido excelente. Me han ayudado muchísimo", destacó sobre sus futbolistas.