La saltadora de altura Ruth Beitia recibirá el bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 tras la descalificación de Svetlana Shkolina, hasta ahora poseedora de la medalla. En esa final la cántabra saltó tres centímetros menos que la rusa, pero la descalificación y sanción por dopaje para Shkolina y otros once compatriotas suyos anunciada este viernes por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) llevan a Beitia al podio siete años después.

Cabe recordar que Beitia colgó las zapatillas a finales de 2012 pero decidió volver con la intención de asaltar el podio de Río 2016. Todo fue rodado para la española, que en su camino hacia oro olímpico conquistó la triple corona y escribió su nombre con letras de oro en la historia del deporte español.

El TAS anuncia en un comunicado que Shkolina es descalificada de todo lo conseguido desde el 16 de julio de 2012 al 14 de septiembre de 2014, lo que hace subir un puesto a Beitia en Londres 2012. Además, no podrá competir durante los cuatro próximos años, empezando desde este 1 de febrero.

Dado que Shkolina también ha sido desposeída del oro del Campeonato del Mundo 2013 disputado en Moscú, Beitia también sube un peldaño en el podio mundial de aquel año, en el que se colgó el bronce.

Habrá que esperar pero Beitia terminará recibiendo sus medallas. Lo que no le podrán devolver es la sensación de saborear la gloria en su momento.

En una situación similar se encuentra la haltera Lydia Valentín, a quien el dopaje le privó de subir al podio tanto en Pekín 2008 como en Londres 2012. La justicia le ha reconocido la plata de 2008 y el oro de 2012 y, tras esperar una década para recibir la primera de las medallas, se acaba de confirmar que el 28 de febrero se celebrará la ceremonia en la que se colgaráel oro olímpico, la única medalla que le falta.