Fútbol

Sandro Rosell niega que blanqueara comisiones por los partidos de Brasil

Sandro Rosell ha comenzado a declarar en el juicio que se sigue contra él y otras cuatro personas (entre ellas su mujer) en la Audiencia Nacional. El expresidente del FC Barcelona respondió a preguntas de su abogado, al negarse a responder a la Fiscalía, que pide para él 11 años de cárcel y 59 millones de euros de multa por blanquear 20 millones de euros y quedarse con al menos 6,5 millones. Según él, el escrito de acusación contiene multitud de "falsedades y errores".

Rosell ha negado haber recibido "comisiones legales ni ilegales" por los derechos audiovisuales de 25 partidos amistosos de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Asegura haber cobrado "solo una retribución" a su empresa por parte de la compañía saudí ISE y ha asegurado que al entonces presidente de la CBF, Ricardo Teixeira, no le exigió el pago de esas comisiones que le atribuye la Fiscalía.

En su relato, ha explicado que alcanzó en 2006 ese contrato con la CBF como intermediario de ISE, competidora de Al Jazeera, tras ofrecer a la federación brasileña el doble del dinero que les estaban pagando por esos partidos: de 600.000 a 1.150.000 euros tras convencer al propietario de ISE diciéndole que "lo barato, si lo pagas más caro, termina dando más dinero".

"Pagar más para ganar más"

Rosell ha reiterado que "se puede pagar más para ganar más" y que en el mundo del marketing lo importante es darle valor a lo que en principio no lo tiene, como ha dicho que él hizo con el balón de LaLiga, que de regalarlo Adidas pasó a comprarlo Nike por "una fortuna" y eso le reportó grandes beneficios.

Según su explicación, el contrato con la CBF por 25 partidos amistosos de la selección brasileña de fútbol alcanzó los 27 millones de euros y de esa cantidad ISE se comprometió a darle en torno al 10 por ciento por su actuación como intermediario.

"No tengo nada que esconder, soy inocente de todo lo que me imputa la Fiscalía y voy a defender mi prestigio y mi honor", ha terminado diciendo Rosell, que ha recordado que nunca había estado en un Juzgado, ni Hacienda le había inspeccionado ni a él ni a sus empresas hasta que llegó en 2010 a la presidencia del Barça, de la que ha confesado que dimitió 4 años después por las amenazas que recibió su familia.

En lo que lleva declarando, Rosell ha pasado de puntillas por el tiempo que estuvo en el Barça, del que al hablar, ha dicho, que se le va "la olla" porque cuando habla del club "se saltan las emociones".

La petición de libertad se resolverá este miércoles

Al término de la sesión, la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, ha anunciado que la Sala comunicará este miércoles su decisión sobre la petición de libertad de Rosell y su socio, el abogado Joan Besolí, en prisión provisional desde mayo de 2017. Éste se enfrenta a una petición de diez años de prisión, visiblemente emocionado al relatar sus circunstancias personales cuando fue detenido -su hijo estaba en el hospital con una lesión medular-, ha defendido la legalidad de las operaciones con sociedades que realizó con Rosell y Teixeira a través del banco andorrano Andbank.

La esposa de Rosell, Marta Pineda, para quien la Fiscalía pide siete años de cárcel, ha admitido que su marido la incluyó en la empresa BSM como apoderada para hacerse cargo de algunas firmas cuando él estaba de viaje, pero ha asegurado que ella no tomaba decisiones en los negocios.