Una fuerte racha de viento condicionó el desarrollo de la última prueba de la Copa del Mundo de Freestyle (esquí en estilo libre) en la modalidad de baches, disputada en la estación invernal de Sierra Nevada. En esta disciplina los participantes bajan una pista bacheada en la que se valora en un cincuenta por ciento la técnica, en un 25 por ciento los saltos y en el 25 por ciento restante, el tiempo invertido.

En la categoría femenina, donde participaba la granadina Reyes Santa Olalla, la estadounidense Hannah Kearney concretó su éxito en la general final después de que los jueces validasen como definitiva una calificación en la que había logrado la mayor puntuación. Tras Kearney, campeona olímpica en Vancouver 2010, se clasificaron la japonesa Miki Ito y la estadounidense Heather McPhie.

Reyes Santa Olalla concluyó en la vigésimo quinta posición. "Aún tengo muchas cosas por mejorar con miras a los Juegos Olímpicos del año que viene [en Sochi], en los que quiero estar". La granadina añadía: "El año pasado corrí la Copa de Europa, hice séptima en la general, con algún podio. Así que este año me dije 'voy a correr la Copa del Mundo'. El presupuesto de la (federación) española y del país no está bien, así que decidí hacerlo por mi cuenta, a expensas de que ellos me ayudaran. Estamos en reuniones para ver cómo hacemos para seguir".

En la prueba masculina, por su parte, se proclamó campeón el canadiense Michael Kingsbury, aunque en la prueba de Sierra Nevada se impuso su compatriota Alex Bilodeau, también campeón olímpico en Vancouver, después de validarse el resultado de los 30 primeros participantes en la calificación de la misma.