S. Moreno Laya. Barcelona
Los mejores partidos son para compartir, como los calçots en temporada. La vuelta de ElClásico en Barcelona huele a brasa y a manjares que se disfrutan más en compañía, como los goles

Sorprende al visitante un olor extraño, que abre el apetito. Como a humo. Los expertos en la materia saben que huele a brasa. Es ese olor que perdura en el ambiente cuando algo se ha tostado al fuego. Barcelona huele a rico desde hace unas semanas. A sabrosos productos de la huerta hechos a las brasas del carbón vegetal. Y siempre conviene hacer caso al olfato, porque en este caso conducirá al visitante a buenos lugares para comer, en donde disfrutar también de un gran partido de fútbol.

​Barcelona afronta una de las citas más grandes del fútbol mundial con el aroma de las verduras asadas. Este 19 de marzo a las 21.00 horas se juega ElClásico de LaLiga Santander, un encuentro para comerse la Ciudad Condal. Un FC Barcelona - Real Madrid que capta la atención del planeta fútbol y también la de los amantes de los calçots y de la salsa romesco.

Barcelona es una ciudad cosmopolita, repleta de espacios gastronómicos relevantes, que van desde las apuestas más extraordinarias con el reconocimiento de las principales guías gastronómicas hasta las recetas más tradicionales, lugares sin tantas estrellas pero en donde se capta todo el sabor auténtico de Cataluña. Y da igual la camiseta que proteja tu corazón, da igual si al pecho se adhiere un escudo azulgrana o blanco, a todos les gusta comer bien, y siguiendo exclusivamente al estómago la verdad es que no hay tantas diferencias entre culés y madridistas.

ElClásico, en Cataluña, sabe a lo que huele, a deliciosos manjares, que se degustan igualmente en Barcelona, en el Restaurant Som.y, ‘bar-museo’ del barcelonismo, que en Gavá, localidad costera cercana a Barcelona, donde una de las peñas madridistas con más solera de esta región se reúne para ver los partidos de su equipo y de paso compartir mesa con el fútbol como aderezo principal de cualquier receta. La pimienta la pondrá alguno de los mejores futbolistas del momento.

Y la televisión ocupa un lugar preferente. Es la que les mantiene conectados con sus respectivos equipos mientras disfrutan a dos carrillos de las recetas de esta tierra. Siempre con la señal de LaLigaTV Bar puesta, que es el único canal de televisión autorizado, destinado a la hostelería y los establecimientos públicos, que ofrece a sus clientes las mejores competiciones de fútbol, como LaLiga Santander. A través de esta señal se celebran los éxitos de los dos equipos más laureados de nuestro fútbol, dos entidades globales que cuando se enfrentan detienen casi en seco las rutinas de sus respectivas aficiones, empeñadas en celebrar cada partido por todo lo alto, con la mejor compañía y los mejores menús.

Y es temporada de calçots en Cataluña y eso se nota en el ambiente. El calçot se inventó para ser compartido, como el mejor partido de fútbol del planeta. Nadie come estas cebolletas asadas a la brasa en soledad, como tampoco ve ElClásico sin nadie con el que poder festejar un gol. La calçotada es la fiesta gastronómica por excelencia de Cataluña, donde, entre febrero y mediados de abril, es habitual asar esta variedad de cebolla a la brasa en compañía de amigos y siempre con el porrón en la mano.

El calçot está de moda. En la Plaça Osca, donde está situado el Som.y, lo saben. Huele a brasas, las terrazas se llenan, y el ambiente incrementa conforme se acerca la hora del partido. Gastronomía y fútbol son un matrimonio que dura toda una vida. “Esto se llena los días que juega el Barça”, explica Barrientos, su gerente, en un local de ambiente culé, con fotografías que recuerdan los grandes momentos del club catalán, camisetas, y nombres legendarios que han conformado la historia culé. La afición vive la pasión azulgrana en este local con lo mejor de la gastronomía catalana. Barrientos está encantada de que el fútbol sea el motor de su actividad. El partido del Barça es la excusa para reunirse y ella lo aprovecha presentando una carta con productos de la tierra, “donde destacan los calçots, que acompañamos de una sabrosa salsa romesco. A la gente le encanta, aunque no tanto como ganarle al Madrid, claro”, explica.

A los madridistas de Cataluña también les gusta esta experiencia gastronómica. Y en Gavá el sentimiento merengue se disfruta en la peña madridista de esta localidad. Es un pequeño local, modesto, punto de encuentro de decenas de madridistas que se reúnen alrededor de unas cuantas mesas para vivir los éxitos de su equipo. Es un templo del madridismo, un homenaje constante al sentimiento blanco en Cataluña, aficionados de corazón merengue que se han fabricado su pequeño Bernabéu en Gavá.

“Aquí tenemos todos los escudos de nuestro equipo, es la evolución que ha tenido a lo largo de esta historia centenaria”, apunta Paco, metido de lleno ya en la ambientación necesaria para vivir ElClásico como corresponde. Disfruta viendo una y otra vez las fotografías que cuentan en imágenes y por las paredes de esta sede los grandes momentos del Real Madrid. Paco tiene clara su apuesta, “la victoria del Real Madrid”, y para comer, mientras comienza el partido: “Me haré un fuet y una caña”. Grandes manjares, a la altura de un gran partido.