Retratar el 'apartheid' desde lo cotidiano

El hijo de un criador de avestruces espera junto a un jornalero a que comience la jornada de trabajo, cerca de Oudtshoorn, Provincia del Cabo Occidental, 1966. David Goldblatt. The Art Institute of Chicago. © The David Goldblatt Legacy Trust

Hasta el 25 de agosto se puede visitar en Fundación MAPFRE (Salas Recoletos, Madrid) una exposición que repasa el trabajo del fotógrafo David Goldblatt y su particular visión de la Sudáfrica segregada.

Un anuncio por palabras de un periódico en 1970 rezaba: “Me gustaría fotografiar gratis a personas en sus casas (…) Sin segundas intenciones”. Este mensaje, publicado por el sudafricano David Goldblatt (1930-2018), refleja muy bien la filosofía de su fotografía: retratar las circunstancias que rodean una situación, más que la situación en sí.

Nacido en Randfontein (Sudáfrica) en 1930 y nieto de refugiados lituanos, las leyes de segregación racial que conformaron el conocido como apartheid sudafricano influyeron profundamente al joven artista. Durante los más de 40 años de racismo y opresión que duró el régimen, realizó un registro visual de esta situación sin poner el foco en la violencia, sino en la cotidianeidad.

La importancia del día a día

Fundación MAPFRE exhibe en su sede de Recoletos (Madrid), hasta el 25 de agosto, David Goldblatt. Sin segundas intenciones , una exposición comisariada por Judy Ditner, Leslie M. Wilson y Matthew S. Witkovsky que permite observar este episodio de la historia desde una perspectiva muy personal. La muestra ha sido coorganizada por The Art Institute of Chicago y la Yale University Art Gallery, New Haven, en colaboración con Fundación MAPFRE, Madrid.

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Domingo por la mañana: una familia no blanca viviendo ilegalmente en la zona «blanca» de Hillbrow, Johannesburgo. David Goldblatt, 1978. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut © The David Goldblatt Legacy Trust

David Goldblatt se interesó muy pronto por la fotografía, convirtiéndola en su medio de vida tras la muerte de su padre en 1963. Consciente de sus privilegios como hombre blanco, el artista recorrió toda la extensión geográfica de su país para poder inmortalizar esa Sudáfrica en la que “no pasaba nada” pero en la que estaban muy presentes los efectos del apartheid.

La exposición refleja el amplio trabajo de un fotógrafo que no buscaba ser efectista y retratar lo escabroso y que prefería dejar constancia de las condiciones más que de los acontecimientos. Bajo la aparente objetividad con la que muestra a disidentes, colonos y víctimas del régimen, así como las ciudades donde que habitan o el interior de sus hogares, subyace una fuerte crítica hacia su país y su gente.

Lulu Gebashe y Solomon Mlutshana, que trabajaban en una tienda de discos de la ciudad, Mofolo Park. David Goldblatt 1972. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut © The David Goldblatt Legacy Trust

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Para esta muestra se han reunido 150 obras del autor en torno a distintas temáticas, además de tres maquetas de libros que el propio Goldblatt fue componiendo en vida y a los que le dio una gran importancia. Del mismo modo, se establece un diálogo entre su arte y el de otros fotógrafos sudafricanos como Lebohang Kganye, Ruth Seopedi Motau o Jo Ractliffe, de entre una y tres generaciones posteriores a él.

Las distintas caras del 'apartheid'

La intimidad de la informalidad
Sabiendo que pertenecía a una clase privilegiada por su condición de hombre blanco, Goldblatt trató de abordar siempre sus retratos de una forma que no transmitiese ninguna clase de superioridad por su parte. Ante su lente se mostraban distendidos tanto afrikáners (descendientes de colonos blancos) que cultivaban las tierras en zonas rurales, como los jóvenes negros o los comerciantes de la “economía informal” (economía sumergida).

La distancia de la cercanía
Las leyes de segregación establecían la separación total entre razas, pero esta era prácticamente imposible de llevar a cabo. Aunque Goldblatt dejó constancia de las formas en las que el gobierno sacaba a la gente de sus casas para recolocarla, también mostró cómo las personas segregadas seguían formando parte del día a día, pero lo hacían desde una especie de barrera de invisibilidad. Estas imágenes reflejan con ironía estos constantes choques entre la realidad y las normas.

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Sábado por la mañana en el hipermercado: semifinal del concurso Miss Piernas Bonitas, 28 de junio de 1980.
David Goldblatt, 1980. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut, © The David Goldblatt Legacy Trust

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Sábado por la mañana en el hipermercado: semifinal del concurso Miss Piernas Bonitas, 28 de junio de 1980.
David Goldblatt, 1980. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut, © The David Goldblatt Legacy Trust

La mirada de la incredulidad

El autoengaño iba de la mano del escepticismo para lograr mantener un régimen como el del apartheid, condenado a reformular una y otra vez sus propias leyes para seguir adelante. La visión que transmite Goldblatt con sus fotografías es la de una incredulidad creciente ante ciertas decisiones y escenas que solo beneficiaban a algunos oportunistas y que no terminaron con el fin oficial de apartheid.

Casas sin terminar, parte de una promoción municipal de 1.000 viviendas paralizada. La financiación se consignó en 1998 y la construcción empezó en 2003. Los funcionarios y un político dieron varias razones para la paralización del proyecto: escasez de agua, robo de materiales, problemas con la evacuación de aguas residuales, problemas causados por el alto contenido de arcilla del suelo y escasez de fondos. En agosto de 2006 se habían terminado 420 viviendas, Lady Grey, Cabo Oriental, 5 de agosto de 2006. David Goldblatt.. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut,. © The David Goldblatt Legacy Trust

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La vida en las minas
Haber nacido en una ciudad minera hizo que el joven artista tomara conciencia de la situación de esos trabajadores, a los cuales retrató al inicio de su carrera para la mayor empresa minera del país. Su primera serie nació a la par que sus encargos, aunque con una marcada diferencia, y se llamó On the Mines (1964-1973). 


Estas instantáneas mostraban una mano de obra predominantemente negra que enriquecía a los propietarios blancos. El autor volvió a este tema años más tarde, con motivo de las minas de amianto y sus residuos, denunciando los abusos y efectos que tenían sobre las comunidades negras.

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El hijo de un criador de avestruces espera junto a un jornalero a que comience la jornada de trabajo, cerca de Oudtshoorn, Provincia del Cabo Occidental, 1966. David Goldblatt. The Art Institute of Chicago. © The David Goldblatt Legacy Trust

Hacer frente a la segregación

En un país tan profundamente dividido, el acto de congregarse era casi revolucionario, especialmente desde que en 1950 comenzaron a volverse más habituales las protestas contra el régimen. Goldblatt reflejó esos actos de reunión, tanto rutinarios como rebeldes, y poco a poco fue abordando con mayor intensidad temas de carácter político, especialmente las protestas contra el legado de la segregación.

La voz de los trabajadores

Un estado como el sudafricano, aunque profundamente dividido, no podía subsistir sin la mano de obra eminentemente negra. La raza determinaba los tipos de trabajo a los que se podía acceder, lo que hacía más profunda la brecha de la desigualdad. La cámara de Goldblatt dejó constancia de esas situaciones, pero también de la dignidad e identidad que seguían manteniendo los trabajadores más desfavorecidos. Pese a todo ello, el artista se lamentaría de no haber sido más abiertamente crítico contra el racismo y la explotación a través de su trabajo, un sentimiento de culpa que se refleja en las instantáneas.

Miriam Diale, Orlando East n.º 5357, Soweto, 18 de octubre de 1972. David Goldblatt. Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut © The David Goldblatt Legacy Trust

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Diálogo desde Sudáfrica

La fotografía ha servido para reflexionar y criticar la sociedad y la política sudafricana. Muchos de los artistas que cogieron la cámara con este propósito fueron alumnos de la Market Photo Workshop que fundó Goldblatt en Johannesburgo, en 1989, con el objetivo de educar visualmente a las personas menos favorecidas. Lebohang Kganye, Sabelo Mlangeni, Ruth Seopedi Motau o Zanele Muholi conversan con el arte de su maestro para llevarlo a nuevos puntos sobre la pertenencia, la pérdida, o la memoria.

Datos prácticos


Comisariado: Judy Ditner, Leslie M. Wilson y Matthew S. Witkovsky

Producción: Fundación MAPFRE

Cuándo: Hasta el 25 de agosto de 2024

Dónde:  Sala Recoletos 23. Fundación MAPFRE Madrid

Entradas: 5 euros. Entrada gratuita los lunes (no festivos)


Más información en: www.fundacionmapfre.org

Alayans Studio para Fundación MAPFRE - Texto: Ana P. Echavarría