En el siglo XX, Lituania fue un país muy disputado y tanto Alemania como Rusia quisieron el territorio. Un buen recordatorio es la base nuclear de misiles de Plokstine, que está en muy buen estado de conservación. Hoy en día alberga el Museo de la Guerra Fría.
Mantas AlišauskasEl final de la II Guerra Mundial hizo que los países trabajaran en el desarrollo de un nuevo tipo de arma, la bomba nuclear, que era capaz de llevar una destrucción sin precedentes. En los años 60 ya se instalaron este tipo de misiles en Lituania.
Mantas AlišauskasEl complejo de Plokstine es la estructura de misiles más compleja de Lituania. Para llevarla a cabo, se cavaron cuatro pozos y se equiparon con el material de lanzamiento en las esquinas de este gran rectángulo. El proyecto no solo fue supervisado por militares, sino también por expertos en construcción subterránea.
Mantas AlišauskasLas tropas que trabajaban en esta base se dividieron en cuatro unidades según su función. La primera división se dedicó a la instalación de misiles; la segunda a cuidar el suplemento de gas comprimido; la tercera controlaba los sistemas de misiles y la electrónica; y la cuarta se dedicaba al llenado de los misiles.
Mantas AlišauskasEl silo de misiles estaba dividido en seis pisos diferentes, con ascensores que permitieran la comunicación entre ellos. Así, cada una de las plantas representaba una función que iba desde el acceso a la mesa de lanzamiento hasta las salidas de emergencia.
Mantas AlišauskasDespués de cada lanzamiento, el silo tenía que someterse a reparaciones largas y costosas, por lo que el almacenamiento no era una tarea ni práctica ni útil y por eso eso se decidió eliminar los hangares para guardarlos. Los misiles los traía un camión de remolque.
Mantas AlišauskasSe construyó un búnker de hormigón bajo tierra entre los cuatro ejes de misiles con el objetivo de almacenar equipos y componentes. También había un cuarto de almacenamiento de combustible.
Mantas AlišauskasHabía un tanque de aleación de aluminio con una capacidad de 85 toneladas instalado en la sala de oxidación junto a tuberías y estaciones de bombeo con válvulas electromecánicas. Esta sustancia era muy tóxica, por lo que el lugar estaba sellado con puertas herméticas.
Mantas AlišauskasEn el Museo de la Guerra Fría hoy en día hay una sala dedicada a la propaganda durante este periodo. Fue muy utilizada durante este tiempo y tenía como objetivo desmoralizar a los soldados enemigos y empujarles a que se rindieran.
Mantas AlišauskasFue muy importante durante la Guerra Fría y trató de exponer los problemas del régimen soviético, entre ellos las violaciones de los derechos humanos. No solo fue promovida por gobiernos, sino también por medios independientes y organizaciones públicas.
Mantas AlišauskasAmbos contendientes se centraron en el tema de la paz durante la Guerra Fría en su propaganda. Coincidían que una guerra nuclear era el mayor peligro para la humanidad. Los carteles soviéticos tienen hoy en día un gran valor histórico y artístico.
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