Restos del horror. Un operario de la brigada de explosivos coge una bota de uno de los tres suicidas que se inmolaron en La Fida, Casablanca, causando al menos 15 heridos, tras un tiroteo con la Policía.
Rafael Marchante / REUTERSFuerzas de seguridad. Un policía vigila los alrededores del barrio de El Fida tras el atentado. Tras él, un bombero se prepara para intervenir.
Rafael Marchante / REUTERSExpectación. Multitud de curiosos se concentraron en los alrededores del lugar de los atentados. Los vecinos del barrio ayudaron a localizar al cuarto terrorista, ya que sospecharon de él al verlo saltar de una azotea a otra.
Murad Borja / EFEVigilando. Varias personas, junto a los restos del presunto terrorista en búsqueda y captura que se inmoló cuando estaba a punto de ser detenido.
Murad Borja / EFEEl rostro del dolor. Uno de los heridos en Casablanca, con la mirada perdida tras la explosión.
Rafael Marchante / REUTERSRestaurando el orden. La Policía acordonó la zona en la que se produjo una de las explosiones.
Rafael Marchante / REUTERSTaxi ensangrentado. Una de las imágenes que muestran los efectos de las explosiones.
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