Varios miembros de los guardacostas y el Ejército marcan las casas vacías con pintura en Nueva Orleans, Luisiana (Estados Unidos). Los residentes de la ciudad se enfrentan a una evacuación obligatoria después de que se haya considerado que la ciudad es inhabitable.
Fotografía que muestra un letrero que dice "Estoy aqui y estoy armado" como aviso para los saqueadores, en Nueva Orleans.
LIZ ROLL/EFEUn helicóptero militar aterriza en Nueva Orleans provisto de víveres y equipos de primeros auxilios. La mayor parte de los superviventes sufren síntomas de deshidratación y gastroenteritis.
David J. Phillip/ReutersUn hombre cubre el cadáver de un hombre en los alrededores del Centro de Convenciones de Nueva Orleans. Se cree que la víctima ha permanecido aquí, en el exterior del recinto, durante dos días.
Rick Wilking / ReutersLa tripulación de un helicóptero de los guardacostas y unos paramédicos asisten a una mujer rescatada en la base de Mobile, Alabama. La evacuación de los enfermos críticos continúa a lo largo del Golfo de México y la zona devastada por el huracán Katrina.
EFEAndrea James se tumba sobre dos sillas en el exterior del centro de convenciones de Nueva Orleans, donde miles de personas han esperado a ser evacuados tras el paso del huracán Katrina sin comida, agua, ni instalaciones sanitarias. Andrea está embarazada de cinco meses.
Matthew Cavanaugh/EfeComienzan a llegar ayudas y tropas. Se reanudan las tareas de rescate. Miles de personas esperan a ser evacuadas a Texas desde el Aeropuerto Internacional de Nueva Orleans. Probablemente no puedan regresar a sus casas hasta dentro de tres meses.
Gerardo Mora/EFELlegan los primeros autobuses para desplazar a las decenas de miles de personas atrapadas en Nueva Orleans, seis días después del paso del Katrina. Los afectados, en su mayoría personas negras y con pocos recursos económicos, no entienden por qué han tardardo tanto. La pregunta también se la repiten el resto de los estadounidenses.
Gerardo Mora/EFEAquí no se puede vivir. Los residentes de Nueva Orleans que han permanecido en la ciudad han convivido durante días con el caos, el pillaje, la escasez de agua y toneladas de basura y escrementos.
Gerardo Mora/EFECentro de Convenciones de Nueva Orleans. Un cadáver yace en el suelo cubierto por una manta. Un senador norteamericano ha asegurado que el número de muertos no bajará de los 10.000.
Shannon Stapleton/Reuters"En EE UU no abandonamos a nuestros ciudadanos", ha afirmado el presidente George Bush, que ha prometido el envío de otros 7.000 soldados a la zona afectada.
Dennis Brack/EfeLa situación en el Astrodome en Houston es desoladora. El estadio está saturado. Los niños corretean entre los catres. La luz siempre está encendida.
Richard Carson/EfeEstadio Superdome. El capitán Jean Clark, que forma parte del equipo que dirige la evacuación, aseguró que los problemas no son tan grandes en el estadio Superdome y dijo que, si todo va según lo previsto, "tendremos este lugar limpio, o casi, muy pronto".
Shannon Stapleton/ReutersAlgunos rescates deben efectuarse persona a persona. La magnitud de la tragedia es indescriptible.
Jay C. Pugh/ReutersSon supervivientes. Selam Valenti tiene 80 años. Su marido, también de 80, descansa sobre la acera después de haber degustado su primera ración de agua y comida desde hace días.
Shannon Stapleton/ReutersDos coches permanecen sobre el tejado de una casa tras el paso del huracán en St. Bernard Parish, cerca de Nueva Orleans. Las primeras estimaciones apuntan a que se tardará entre dos y tres meses en drenar el agua y reparar los diques de contención.
David J. Phillip/ReutersUn hombre, desfallecido, reposa en los alrededores del estadio Superdome. La gente forma filas y se prepara para ser evacuada.
Shannon Stapleton/ReutersLa primera dama de Estados Unidos Laura Bush visita uno de los albergues para los damnificados del Huracán Katrina en la Universidad de Luisiana en Lafayette (EE UU).
Krisanne Johnson/News & World ReportEl reverendo Al Sharpton habla con un superviviente, en su visita al Astrodome en Houston.
Richard Carson/EfeNueva Orleans es hoy una ciudad anegada por el agua y el fuego. Un soldado observa desde las alturas la columna de humo que despide uno de los edificios de la ciudad.
Robert Galbraith/REUTERSUn hombre es izado hasta un helicóptero de rescate en un cesta metálica. Permanecía aislado en su casa desde hacía seis días.
Robert Galbraith/REUTERSUna mujer enferma yace en una camilla en el suelo, mientras espera a ser evacuada desde el aeropuerto Internacional Louis Armstrong en Nueva Orleans, Luisiana (EEUU), Texas.
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