250.000 personas agasajan en las calles de Liverpool a sus campeones, que han aterrizado a las 17.30 al aeropuerto John Lennon.
La Copa ya es suya. El joven capitán del Liverpool, Steven Gerrard, tuvo el honor de alzarla por primera vez en un estadio abarrotado. Con ésta, el equipo inglés logra su quinta Copa de Europa.
Kai Pfaffenbach/REUTERSNadie había remontado jamás un 3-0 en una final de la Copa de Europa, y tuvo que ser el Liverpool quien lo hiciera, el equipo que "juega por una causa", probablemente la misma que llevó al legendario manager del club, Bill Shankly, a asegurar una vez que el fútbol no era "una cuestión de vida o muerte, sino algo mucho más serio".
El delantero francés del Liverpool Djibril Cisse celebró así la victoria de su equipo ante el AC de Milán.
"You'll never walk alone". El Liverpool nunca ha caminado solo, pero desde ayer le acompaña un gentío, integrado, en buena parte, por los aficionados españoles que han hecho del viejo equipo de esta ciudad obrera y orgullosa del norte de Inglaterra el suyo propio.
Remontar un 3-0 al Milán de Maldini, Kaká, Pirlo y Shevchenko no está al alcance de muchos. Sólo es una tarea destinada a los ilusos, a gente con corazón, que defiende unos ideales, una camiseta como la del Liverpool donde la entrega y el pundonor invitan a no firmar nunca la rendición.
Y es que hasta nueve españoles, desde el banquillo o sobre el campo, defienden la camiseta de los reds, que ayer levantaron su quinta Copa de Europa al derrotar al Milan en los penaltis, después de haberle remontado el 3-0 con el que se llego al descanso.
Porque el equipo de la ciudad del Mersey, de los Beatles y de la ironía como válvula de escape jugaba ayer su primera final de la Copa de Europa, hoy llamada Liga de Campeones, desde aquélla de 1984 en la que decenas de hinchas de la Juventus murieron aplastados al tratar de escapar de los lanzamientos de objetos que sufrían por parte de los hoolligans ingleses.
El 'Spanish' Liverpool ya celebra el título entre los suyos. Como manda la tradición, el capitán del equipo, Gerrard, y el entrenador de los campeones de Europa, el español Rafa Benítez, han sido los primeros en asomar del avión que les ha devuelto a su ciudad, donde 250.000 personas les esperanban.
Seguidores del Liverpool celebran la victoria de su equipo tras un partido trepidante en el estadio turco de Ataturk
Julie Howden/EfeAyer, 21 años después de aquello, los jugadores de las camisetas rojas, los reds, saltaron al campo acompañados una vez más del canto coral de su afición con el que les recuerdan que ellos "nunca caminarán solos", un viejo éxito de los sesenta del grupo local Gerry and the Pacemakers. El que sí caminó solo y, nada menos ante el trofeo, fue un abatido Paolo Maldini, capitán del Milán.
En un partido con tanta emoción, en la que el AC Milán ha metido tres goles en la primera parte, y el Liverpool otros tres en la segunda, no podía faltar alguna caída. El dolorido yacente es Alessandro Nesta. Solidario, Luis García alerta sobre el incidente.
Jerry Lampen/REUTERSGol del Liverpool. Tras los tres goles marcados por sus adversarios, parecía que todo estaba perdido. Pues no. Los jugadores del Liverpool John Arne Riise y Steven Gerrard también celebran su primer gol. Empieza la remontada.
Dylan Martinez / ReutersAsí fue el primer gol del Liverpool: un cabezazo con mucho estilo. El artífice, el centrocampista Steven Gerrard.
Kai Pfaffenbach/REUTERSEl español Xabi Alonso, que juega por el Liverpool, se dispone a marcar el tercer gol contra el AC Milán después de fallar un penalti.
Kai Pfaffenbach/REUTERSEl entrenador del Liverpool, el español Rafael Benítez, da instrucciones a su equipo, justo antes del turno de penalties. La tensión crece en el campo.
Jerry Lampen/REUTERSÉste es uno de esos momentos en los que un portero se lo juega todo. El portero del Liverpool vuela sobre el balón. El jugador del AC Milán, Andriy Shevchenko, dispara.
Kai Pfaffenbach/REUTERSOcurrió. El Liverpool es campeón de Europa. Djibril Cisse y Milan Baros se abrazan.
Eddy Keogh/ReutersEspectadores de lujo. Nadie se quiere perder el partido. En la imagen, Diego Maradona y Filippo Inzaghi, del AC Milán. Detrás, miles de hinchas de los dos equipos finalistas. El partido está a punto de empezar.
Eddy Keogh/ReutersLos aficionados del Milán presagiaban al inicio del partido la muerte fictica del Liverpool en la final, como se puede ver en las esquelas que portaban algunos de sus seguidores.
Daniele La Monaca / Reuters