Egipto conquistó ante Costa de Marfil su quinta Copa de África. La tarea no fue fácil y hubo que esperar a los lanazamientos desde el punto de penalti.
EfeIbrahima Bangoura, del equipo de Guinea, celebra el segundo gol a Sudáfrica en Alejandría, Egipto.
Ariel Schalit/APSibusiso Zuma del equipo sudáfricano y el guineano Omar Kalabane se disputan la pelota en un momento del partido que disputaron en Alejandría, Egipto.
Radu Sigheti/ReutersEstreno con 'hat trick'. El delantero del Barça Samuel Eto'o no pudo comenzar con mejor pie la competición. El camerunés acabó con las ilusiones de Angola firmando tres tantos en el primer partido de su selección.
Suhaib Salem / ReutersDieciséis equipos, cuatro de ellos clasificados para el Mundial de Alemania 2006, arrancaron en la Copa de África con el objetivo de quitarle la corona a Túnez.
Khaled Elfiqi / EfeDos hinchas egipcios visten ropa tradicional faraónica durante la ceremonia de apertura de la Copa de Africa de las Naciones 2006 del pasado 20 de enero, en el estadio de fútbol de El Cairo en El Cairo, Egipto.
Gavin Barker / EfeVista general de la ceremonia de inauguración de la 25 edición de la Copa de Africa de naciones en El Cairo, Egipto.
Khaled Elfiqi / EfeDos seguidoras de Camerún bailan mientras esperan el comienzo del partido contra Angola, que acabó 3-1 con tres goles de Samuel Eto'o, en la Copa de Africa de naciones.
Khaled Elfiqi / EfePiruetas de todo tipo. El jugador de la selección de la República del Congo, Tresor Lomana LuaLua, celebra tras marcar un gol ante la selección de Togo.
Adrian de Kock / EfeEl jugador de la selección de la República del Congo, Biscotte Mbala Mbuta, disputa un balón con un defensa de Togo.
Adrian de Kock / EfeUn seguidor de Camerún baila mientras espera el comienzo del partido contra Angola.
Khaled Elfiqi/EFEDrogba celebra la clasificación de Costa de Marfil para la final de la Copa de África tras ganar a Nigeria 1-0.
ReutersVerias seguidoras egipcias celebran el pase de su selección a la gran final de la Copa de África que se disputa en su país.
Khaled el Fiqi / Efe