Luto en la Corona. La Reina Sofía saluda a la camboyana Somaly Mam, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998, durante la escala realizada por la monarca española en Phon Penh. Es el viaje de regreso de la Reina de su gira por Asia, suspendida tras conocer el fallecimiento de Érika Ortiz Rocasolano.
Bernardo Rodríguez / EFEUna periodista antes de hacer una emisión en directo frente al Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se desarrolla la autopsia al cádaver de Érika Ortiz.
Periodistas haciendo guardia frente al Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se desarrolla la autopsia a Érika Ortiz.
Jorge ParísMuere Érika Ortiz. El coche fúnebre con los restos mortales de la hermana menor de la Princesa de Asturias llega al Instituto Anatómico Forense de Madrid. Érika Ortiz falleció a los 31 años en su domicilio del barrio madrileño de Valdebernardo.
Zipi / EFEMomento de la llegada al Instituto Anatómico Forense de Madrid del coche fúnebre con los restos mortales de Erika Ortiz Rocasolano.
Zipi / EFELa Infanta Cristina abandona su domicilio de Barcelona para recoger a sus hijos en el colegio, tras conocer la noticia de la muerte de Erika Ortiz Rocasolano.
Toni Albir / EFECerrado por defunción. Un periodista graba el escaparate de la tienda de muebles de Henar Ortiz en Oviedo, cerrada tras la muerte de su sobrina, Érika Ortiz Rocasolano, hermana menor de la Princesa de Asturias.
J.L. Cereijido / EFEPeriodistas y reporteros gráficos frente a la sede de la productora de televisión Globomedia, en Madrid, donde trabajaba Érika Ortiz Rocasolano.
Zipi / EFEDecenas de periodistas y fotógrafos, apostados a la entrada del edificio donde vivía Érika Ortiz.
Víctor Lerena / EFELa juez de guardia sale del domicilio de Érika Ortiz tras el levantamiento del cadáver.
Jorge ParísDesde que se ha anunciado la muerte de Érika Ortiz Rocasolano, hermana menor de la Princesa de Asturias, numerosos curiosos se han acercado a su vivienda, ubicada en el barrio de Valdebernardo.
Jorge ParísLos vecinos de Érika Ortiz se abren paso entre los periodistas y los curiosos para entrar en sus viviendas.
Jorge París