Las fronteras entre la pasarela, la prensa y la publicidad se disolvieron en los ochenta. Esa década vio nacer a la trinidad de la moda: Naomi Campbell, Linda Evangelista y Christy Turlington ayudaron a reforzar la imagen de marca de las firmas de alta costura. Tops como Cindy Crawford y Claudia Schiffer de Versace en 1991.
Peter LindberghFotografía sin fechar de la modelo canadiense Linda Evangelista posando con un vestido de Dolce & Gabbana, perteneciente a la muestra "La modelo como musa: plasmando la moda".
EFEDorian, Peggy, Jerry, Naomi, Kate... inspiraron a los mejores diseñadores y dieron visibilidad a sus creaciones. En sus curvas y rostros puede estudiarse la evolución de los cánones de belleza en el mundo occidental durante la segunda mitad del siglo xx. En esta imagen Kate Moss.
Peter LindberghPor eso protagonizan The Model as Muse: Embodying Fashion (La modelo como musa: personificando la moda), una exposición que abre sus puertas al público en el Metropolitan de Nueva York. Naomi Campbell de Geoffrey Beene en 1990.
Peter LindberghPara la ocasión se han reunido en torno a 70 obras maestras de la alta costura y el prêt-à-porter producidas entre 1947 y 1997 por Giorgio Armani, Karl Lagerfeld, John Galliano, Ralph Lauren y el español Cristóbal Balenciaga, entre otros muchos. En la imagen Jean Shrimpto, 1964, por London Sloane Street.
David BaileyEl estilo callejero y la rebeldía chic de Kate Moss se impusieron en los noventa como Twiggy 30 años antes. Los últimos años del siglo pasado fueron los del minimalismo de Donna Karan, Helmut Lang y Prada. Las modelos se convirtieron en plantillas anónimas de perfección sobre las que lucir prendas de ropa y complementos. Pero nunca debe subestimarse el poder de las musas...
Bert Stern/Courtesy Staley-Wise Gallery, New York