Marido y mujer... El 25 de junio la actriz australiana Nicole Kidman y el cantante de música country Keith Urban se casaron en la ciudad australiana de Sydney, en una ceremonia católica con todos los elementos que exige la tradición. En la imagen, la radiante pareja al término de la ceremonia religiosa.
Cath Muscat/EfeEl lugar, la Capilla del cardenal Cerretti. Situada en la urbanización Saint Patrickses, se trata de una construcción de piedra arenisca de estilo gótico con vistas al océano, en Manly, unas de las playas de las afueras de Sydney.
Sergio Dionisio/EfeGran expectación mediática... Horas antes de la ceremonia, periodistas y curiosos cercaban el recinto en espera de ver la llegada de la comitiva nupcial.
Tracey Nearmy/EfeY alguna que otra excéntrica... Cada cual exterioriza como puede sus emociones, y una fan de Nicole Kidman decidió rendir su particular homenaje a la novia plantándose en las inmediaciones del templo de SanPatricks ataviada al estilo "Moulin Rouge".
Will Burgess/Reuters¡Ya salen, ya salen! Policías y periodistas rodean el Bentley blanco en el que la actriz australiana Nicole Kidman sale de su casa en Darling Point, para dirigirse a la Iglesia.
Sergio Dionisio/EfeOtra que se casa. Nicole Kidman, espectacular con un vestido en tono marfil diseñado por Nicolas Ghesquiere para Balenciaga, antes de salir el coche para entrar en la iglesia de Sidney donde se casó con el músico country Keith Urban, el 25 de junio.
Tracey Nearmy/EfeDamas de honor. Antonia Kidman, hermana de Nicole, la hija de Antonia, Lucia, y la hija de Nicole Kidman, Isabella, salen de la casa familiar para dirigirse a la Iglesia en un coche idéntico al de la novia. Tampoco ellas escapan a la los flashes.
Tracey Nearmy/Efe¡Enhorabuena! Antes del final de la ceremonia y en la puerta del colegio Saint Paul, situado frente a la iglesia de Saint Patrick, los estudiantes felicitaron a su manera a los, ya, marido y mujer. En el cartel se lee: "Enhorabuena a Nicole y Keith, de parte de los chicos de San Paul". Lee más sobre la boda.
Will Burgess/Reuters