Cómo congelar y descongelar los alimentos en verano para evitar intoxicaciones
Los meses de verano son, sin duda, los que más riesgo presentan a la hora de conservar los alimentos. Las altas temperaturas favorecen la proliferación de microorganismos en nuestras frutas, verduras, carnes o pescados, y el riesgo de padecer una intoxicación alimentaria en esta época se incrementa.
Además, en el periodo estival es más frecuente salir a comer fuera, al aire libre y es probable que no se mantenga la cadena del frío adecuada o que los alimentos se expongan a temperaturas de calor extremas.
Evitar el crecimiento de bacterias con estos pasos
Como destaca la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los microorganismos son seres vivos que necesitan que el alimento les brinde unas condiciones favorables, como disponibilidad de nutrientes, temperatura adecuada y buenas condiciones de acidez o humedad.
"En tales condiciones favorables, si les concedemos el tiempo necesario, se reproducirán pudiendo alcanzar dosis infectivas, y producirán toxinas aquellos que son toxigénicos. Convertirán un alimento inocuo en un producto peligroso", indica la AESAN.
Por eso, uno de los pasos fundamentales para conservar correctamente los alimentos cocinados y evitar que supongan un riesgo biológico para nuestra salud, es congelarlos de forma correcta. Aquellos que no puedan ser consumidos inmediatamente o las sobras que se quieran guardar, "deben mantenerse bajo la acción del calor, por encima de 60 °C, o del frío, a 5 °C, como máximo".
Para evitar la intoxicación por anisakis, el pescado debe congelarse previamente al cocinado a una temperatura de -20 °C o inferior. Como indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la temperatura idónea para conservar la comida en el congelador es por debajo de los -18 grados, mientras que en la nevera deben conservarse ente 1 y 4 grados.
Una vez cocinada la comida, se debe refrigerar cuanto antes y no se recomienda que se almacene a temperatura ambiente, ya que es más fácil que crezcan las bacterias en estas condiciones.
Para el proceso de descongelado, lo ideal es ser previsores y extraer los alimentos del congelador con el tiempo suficiente para que se descongelen en la nevera. En el caso de tener prisa, se aconseja descongelarlo en el microondas, pero no a temperatura ambiente, sobre todo si no está bien envasado, por la contaminación con microorganismos.