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Cómo afilar tus cuchillos de manera fácil y rápida para que estén como nuevos

Mantener los cuchillos afilados es básico para cocinar.
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Tener los cuchillos bien afilados en la cocina es siempre una garantía de éxito, tanto para las recetas que vayamos a elaborar, como para nuestra propia seguridad. Y es que un cuchillo con el filo en mal estado nos obligará a ejercer una mayor presión, y corremos el riesgo de que se nos "desvíe" la trayectoria y acabemos cortándonos.

Aunque (casi) pasaron a la historia aquellos afiladores que silbaban en la calle anunciando 'el afilador' a bordo de su bici o su motocicleta (con la piedra de afilar dando vueltas), hoy en día existen numerosas posibilidades en el mercado para poder conservar nuestros cuchillos en plena forma. 

Más allá de las piedras afiladoras, de las que hablaremos más adelante, existen algunos trucos caseros de demostrada eficacia si nos 'ha pillado el toro' y tenemos que hacer uso de la artillería con cierta urgencia. Os contamos los más rápidos, sencillos y eficaces a continuación.

¿Qué es la chaira y cómo se utiliza?

Antes de descubrir cuáles son esos trucos caseros que nos salvarán de un apuro si nuestros cuchillos no cortan bien y tenemos cierta urgencia, vamos a ponernos en la situación ideal. Para aquellos cocinillas más previsores, es importante tomar nota de las herramientas disponibles en el mercado para tener siempre a mano.

La chaira es una herramienta para mantener la hoja de los cuchillos bien afilada.
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Entre ellas, la más conocida es la famosa chaira, un utensilio muy práctico que suele comercializarse con un mango para poder agarrarlo. Lo utilizan mucho en las carnicerías, para afinar y mantener el filo de los cuchillos, con su cilindro alargado de acero. Tener una en la cocina nos salvará de imprevistos a la hora de cocinar. 

Para usar la chaira, que apenas necesita mantenimiento, se pasa el filo del cuchillo deslizando su hoja de un extremo a otro, y de arriba hacia abajo, varias veces. Solo como curiosidad, hoy en día también existen afiladores eléctricos que lo hacen todo solos, pero con los que hay que tener especial precaución por la velocidad.

Las piedras afiladoras, favoritas de los chefs

Por lo que respecta a las piedras afiladoras, la variedad es amplia, y la eficacia demostrada. Eso sí, estas piedras quizá necesiten de una mayor destreza, y por eso suelen estar reservadas a los chefs, que saben exactamente la inclinación con la que deben deslizar los cuchillos, y el número de repeticiones, así como la presión a ejercer.

Los profesionales d ella cocina suelen preferir las piedras afiladoras.
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Las piedras suelen ser la herramienta favorita de los cocineros profesionales, puesto que se adaptan a cualquier tipo de cuchillo, y no ocupan mucho espacio. Algunas necesitan ser humedecidas antes de su uso y otras no. Su granulado va desde 120 hasta 12.000, y es lo que determinará un afilado más agresivo (con el consiguiente aumento de la capacidad de corte) o menos.

La 'técnica de la taza', eficaz y práctico cuando no tenemos herramientas

Para todos aquéllos (la mayoría) que no tenemos en mente ser tan previsores y tener en casa una chaira o alguna de las piedras más profesionales, existe una técnica infalible que os va a sorprender.

La 'técnica de la taza' nunca falla para afilar los cuchillos.
S.G.

Si tenéis una taza de loza, mejor no muy alta y con una superficie de base de gran diámetro, dadle la vuelta y fijaros en el contorno circular de la base, ese en el que no hay esmalte sino la cerámica 'virgen', la parte más rugosa y porosa. Esa parte no esmaltada de la cerámica va a afilar vuestros cuchillos de maravilla. También sirve un bol pequeño.

Como precaución previa, colocad un paño de cocina humedecido bien doblado sobre una superficie plana (o una bayeta antideslizante) voltear la taza y colocarla firme sobre el paño, para que no se pueda desplazar durante el afilado. A continuación, pasad el filo del cuchillo con una inclinación de unos 10 grados, varias veces y por ambas caras. Se recomienda hacer este movimiento 10 veces por cada lado.

Para un acabado más pulido, debemos utilizar el 'canto' de otro cuchillo.
S.G.

Para finalizar, y si queremos un acabado más pulido y profesional, cogeremos otro cuchillo, y por su parte gruesa, la que no corta, deslizaremos el cuchillo afilado  de derecha a izquierda por cada lado. El resultado es muy bueno, y ya podremos empezar a cocinar como los auténticos chefs. El resultado final de la receta ya no será 'culpa' del cuchillo mal afilado…

Un par de ideas más para afilar en casa

Otra posibilidad, no tan eficaz pero interesante y práctica, en caso de urgencia de tiempo, es pasar nuestro cuchillo mal afilado por una lima gruesa de las de las uñas. La idea es que pasemos 20 veces el filo de la herramienta de cocina, en ambos sentidos, por la parte de la lima que 'raspa'. Comprobaréis que el cuchillo se ha afilado bastante bien.

Las limas de las uñas son una solución de emergencia muy eficaz para afilar.
S.G.

Si sois de los que gustan de ir al campo, otra gran idea es haceros con un canto rodado del río, excelente utensilio natural para afilar, como se hacía antaño con resultados óptimos. La idea en este caso es pasar la hoja desde su parte más ancha hasta la punta, por ambas caras y varias veces. El resultado es óptimo también, aunque debes tener cuidado de que el canto rodado no se resbale en tu mano.

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