Cómo limpiar la gofrera en casa: el producto que nunca debes usar
- Por la forma que tiene este pequeño electrodoméstico, repleto de recovecos, la limpieza es básica. Tenemos la clave para que quede perfecto con poco esfuerzo
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Pocos placeres culinarios pueden compararse con un gofre bien hecho, al menos para los más golosos. Sin embargo, aunque la gofrera es un pequeño electrodoméstico muy habitual en gran parte de los hogares españoles, el momento de la limpieza hace que nos pensemos utilizarlo para evitar todo lo que viene después.
Para que disfrutemos de ese postre dulce todas las veces que queramos, sin miedo y sin pensar en las 'consecuencias' que significan retirar los restos de masa adheridos, vamos a explicaros una manera muy sencilla de limpiarlo. Con ella, la gofrera quedará impoluta en apenas unos segundos, y lista para su siguiente uso.
Empezar por lo más básico
Una vez hemos preparado los gofres, lo primero es disfrutarlos, por supuesto. Para preparar la limpieza, mientras los degustamos, debemos desenchufar el aparato para que se enfríe y evitar sustos a la hora de retirar la suciedad y los restos adheridos.
Una vez que la gofrera está fría, pasamos por sus recovecos una toalla fina de algodón o una bayeta suave de microfibra humedecidas con agua (no empapadas). Recordad que el electrodoméstico debe estar apagado y convenientemente enfriado. Nunca, jamás, debemos utilizar un estropajo tipo nanas para frotar y eliminar los restos, puesto que rallaremos la superficie de las placas y la gofrera se estropeará (aparte del riesgo de los restos de aluminio 'levantados').
Segunda fase: un rascador suave
Normalmente, sucede que con el primer paso no se eliminan los restos de producto de las placas de la gofrera. Por eso, suele ser necesaria la ayuda de un rascador de silicona suave y flexible, que podemos sustituir por un cepillo de pastelería de cerdas ligeras que pueda 'bucear' por los cuadrados y sus hendiduras. Se trata de que la superficie a limpiar no sea agredida por ningún material inadecuado.
Debemos evitar, en todos los casos, utilizar detergentes o productos corrosivos para limpiar la gofrera. Además, es importante que tengamos en cuenta que no puede entrar ningún tipo de líquido en la parte eléctrica, o nos quedaremos sin ella.
El truco definitivo
Si con las dos fases anteriores no hemos conseguido que nuestro electrodoméstico para hacer gofres quede limpio y sin restos, tenemos un truco definitivo con el que quedará impoluto y listo para el próximo uso.
Para pasar a este plan b, después de que una limpieza sencilla no ha funcionado, debemos volver a calentar la gofrera. Una vez está caliente, la desenchufamos por seguridad. A continuación, procedemos a colocar sobre sus placas de cuadrados un trapo de algodón muy fino humedecido o bien papel absorbente especial también humedecido (no empapado). Lo depositamos entre las dos placas y cerramos ambas partes. Lo dejamos actuar durante 10-15 segundos y abrimos.
Aparte de que observaremos que parte de los restos de gofre han quedado adheridos al trapo por la acción del vapor de agua, aprovecharemos las partes limpias de éste para repasar los recovecos con calma.
Una vez tenemos las dos placas como nuevas, podemos untar una ligerísima capa de mantequilla o aceite sobre ellas para que estén impecables en el próximo uso. Pero este paso es opcional.
El enemigo de lo bueno es lo mejor
Eso sí, te ahorrarás muchos de estos pasos para la limpieza de tu gofrera si compras una de acero inoxidable, con placas antiadherentes desmontables. De esta manera, después de cada uso podrás separarlas (en frío, por supuesto, y desenchufada) y lavarlas bajo el grifo con agua templada. Para ello, no uses estropajo sino un trapo suave.
En todos los casos, sea como sea tu gofrera, recuerda que es fundamental que las placas en las que se vierte el líquido del gofre, así como el electrodoméstico en general, deben quedar perfectamente secos tras su uso. De esta manera evitarás que se oxide y quede inservible.