Cuánto y cómo hervir el repollo para que no produzca gases

Su nombre científico es Brassica oleracea var. capitata, pero todos lo conocemos como col o repollo. Lo comemos cocido, encurtido o crudo en ensalada. El repollo se produce durante los meses fríos del año, desde septiembre. Así que estamos en plena temporada.

Ejemplo de esos encurtidos es el chucrut. ¿Por que Alemania es uno de los principales países europeos productores de col o repollo? Pues porque no puede faltar el chucrut en un plato de salchichas.

Pero aquí lo consumimos básicamente hervido. El repollo es, por ejemplo, un clásico de muchos de los tipos de cocido que se hacen en España. Es habitual también como verdura para un primer plato: rehogado con ajo y pimentón o como parte de una crema o puré.

El problema es que el repollo puede resultar flatulento; vamos, que nos produce gases. Es menos flatulento cuando se toma en ensalada. Pero si lo hervimos, ¿cuánto tiempo debe ser para evitar los gases?

No es tanto cuánto sino cómo. Ante la flatulencia natural del repollo conviene cocerlo con comino. Añadiremos una cucharadita de comino en polvo en el agua de cocción. Clavo o un poco de hinojo en la olla también nos van a ayudar.

Nuestra hortaliza (un repollo entero) estará cocinada tras 10-12 minutos (dependiendo de la cantidad y del tamaño de la olla). Pero para combatir los gases, ayudará hacerlo de dos veces.

Y sus olores

Para reducir su fuerte olor, ayuda ese comino de antes y también sumar a la olla una rama de apio. Otro truco clásico es añadir un trozo de una barra de pan al agua mientras el repollo cuece. El "intenso" aroma ya será menos.

Sólo es desaconsejable comer repollo si se tiene hipotiroidismo

Es muy recomendable consumir repollo porque, como otras verduras de hoja verde, está llena de vitaminas, minerales y antioxidantes. Tiene, por ejemplo, mucha vitamina C, folatos, calcio, hierro, fósforo y potasio.

Sólo es desaconsejable comer repollo si se tiene hipotiroidismo. Hay una serie de alimentos que contienen ciertas sustancias que dificultan el aprovechamiento del yodo, con lo que empeoran las manifestaciones del hipotiroidismo. Es el caso de las hortalizas crucíferas, como el repollo (además de col, berza, coles de bruselas, coliflor y brócoli).